El Partido Popular de La Línea apostó por Nacho Macías para ponerlo al frente de su candidatura a la Alcaldía. Desde entonces, no ha parado un segundo. Ha apostado por convertirse en el político cercano que requieren los ciudadanos. Por ello, junto a su equipo, se ha centrado en recoger las ideas, sugerencias y problemas de los vecinos. Y en todas esas premisas se ha basado el programa de los populares para presentarse ante el electorado. Su eslogan lo dice todo: “Hacia la buena Línea”, su objetivo final.
Entramos en la recta final de la campaña. ¿Cómo van los ánimos y los nervios?
–Nervios... pocos. Muy ilusionado y con ganas de trabajar, con el mismo ritmo que llevamos haciendo desde que tomamos el reto de trabajar para conseguir gobernar la ciudad y llevarla “hacia la buena Línea”.
¿Está viendo una campaña limpia?
–Yo estoy haciendo un juego limpísimo. Cuando me dicen que quiete algo, lo quito; cuando me dicen que aporte algo, lo aporto. pero hay otros partidos que a lo que se están dedicando es a criticarme a mí o al Partido Popular y están aportando muy poco. Yo me estoy dedicando a lo mío, aportando mi proyecto, mi trabajo y mi equipo. Los que se dedican a otra cosa, quizás sea porque no tienen ni trabajo ni equipo.
Nunca antes había sido candidato a una Alcaldía, su vida ha cambiado por completo… ¿Aún convencido de lo que se le puede venir encima?
–Por supuesto. Esto no es una decisión que se toma a la ligera. Yo la he madurado mucho y tengo muchas ganas de ser alcalde de La Línea y conseguir cambiar la ciudad porque, desde luego necesita un cambio radical de rumbo, de trabajo y de gestión.
¿Qué le puede aportar Nacho Macías a título personal a La Línea?
–Soy muy linense, una persona muy afable, muy cercana y creo que La Línea es una ciudad que se merece eso, que los políticos sean cercanos y estén pendientes de los problemas de los ciudadanos. Creo que lo hemos demostrado con el tipo de campaña que llevamos haciendo desde el principio: cerca de la gente y atendiendo a lo que los vecinos demandan.
¿Está notando el cariño de los vecinos?
–La verdad es que sí. En el 90% de los casos la gente es amable. Tanto que dicen que la clase política está denostrada, yo no lo siento. No sé si será porque represento al equipo ganador y entonces la gente, al verme, se alegra.
Se habla mucho del PP del pasado y del supuesto daño que hizo a la ciudad. ¿Cree que eso os va a perjudicar a este nuevo equipo?
–Lo desconozco. Yo vengo con un proyecto serio, fiable, aplicable, con ideas que creo que pueden solucionar muchos problemas de esta ciudad, con un equipo de personas con mucha capacidad de trabajo y demostrado en sus anteriores trabajos. Todos vecinos de tener nuestros trabajos privados o del sector público. Y eso es lo que a mí me interesa. Siempre lo he dicho. Miro hacia adelante y si la gente quiere pagar con nosotros facturas antiguas... quien más va a recibir es La Línea, no nosotros.
¿Qué expectativas se ha marcado el PP?
–Nuestra expectativa es gobernar, a partir del día 25, con la mayoría de los votos de los linenses. En el caso de que no fuera así habrá que plantearse el trabajar para que la La Línea sea una ciudad agradable y tenga una gobernabilidad lógica y que vayamos en el sentido de que lo importante sea La Línea, no las personas ni los partidos.
Entiendo, por tanto, que estarían dispuestos a pactar...
–Bueno... Nosotros estamos dispuestos a trabajar, a gestionar y a negociar todo lo que sea bueno para la ciudad.
¿Podría hacerme un balance de cómo ha visto la legislatura que está a punto de terminar?
–Desde mi perspectiva y la de la mayoría de la gente con la que nos hemos entrevistado, ha sido una gestión nefasta. La ciudad ha sufrido un freno de mano, pero no ya solo en el ámbito económico, porque al final la excusa de la deuda no vale. Han sido muchas las cosas que no se han hecho por inacción y por falta de ganas de trabajar y de no colaborar con colectivos que no hubieran costado dinero. Mucha gente se nos ha quejado de que no se les ha escuchado.
¿Qué habría pasado con La Línea sin la colaboración de otras administraciones?
–Gracias a la gestión de otras instituciones, como el Gobierno y la Diputación, con el adelanto de los tributos, ha solucionado el problema más grave que había en este Ayuntamiento, que era el impago de las nóminas. Esto ha solucionado un poco que haya habido un respiro, sobre todo por los trabajadores municipales que llevaban ocho meses sin cobrar y por la ciudad de La Línea que estaba bloqueada en el ciclo económico, ya que 800 personas sin cobrar implican mucha gente sin gastar, y los negocios caen.
¿Qué considera fundamental para que mejore el municipio?
–Lo primero, gestionar bien el motor de la ciudad, que es el Ayuntamiento. Tiene que ser gestionado con mayor eficiencia, optimizando los recursos materiales y humanos que hay para que los ciudadanos reciban unos buenos servicios y para que el inversor vea en esta ciudad un buen lugar para venir a invertir y generar empleo. El desempleo es el principal problema de La Línea y si no ofrecemos al inversor las condiciones óptimas para que venga a generar empleo y riqueza, mal vamos.
¿Qué otros aspectos del programa destaca?
–Recuperar la Carta Especial que en su día se perdió. Una vez que consigamos sanear la situación económica municipal habrá que sentarse para negociar la deuda existente, la participación en los impuestos del Estado y también una participación más alta en la Patrica. Vemos fundamental un PGOU nuevo para que la ciudad se desarrolle en el camino lógico de una ciudad de 2015. Y otra cosa importantísima, que no ha ocurrido por la inoperancia y dejadez de la alcaldesa, es que la Zona Franca pueda venir a La Línea, creando la situación óptima para que se pueda invertir igual que se ha hecho en otras localidades de la provincia.
¿Qué tiene el PP de La Línea para que los ciudadanos depositen la confianza en ustedes?
–Lo tenemos en el eslogan. Tenemos equipo, proyecto, mucha capacidad de trabajo, ilusión y muchas ganas de cuidar a la ciudad y que vaya “hacia la buena Línea”.