Un tibetano llamado Tenzin Gyatso, padre de 4 hijos, intentó inmolarse en la localidad de Tawu, en la provincia central china de Sichuan, donde las tensiones con las fuerzas de seguridad han aumentado ante la proximidad del 80 cumpleaños del Dalai Lama, informó Campaña Internacional por el Tíbet.
Según esta organización con sede en EEUU, el pasado miércoles Gyatso protagonizó esa protesta para denunciar las fuertes medidas de seguridad que fuerzas paramilitares chinas han desplegado ante la proximidad del simbólico aniversario, el próximo 6 de julio.
El hombre fue aprehendido por policías armados tras el suceso, ocurrido en las proximidades de un edificio gubernamental donde se llevaban a cabo clases de adoctrinamiento político, y se ignora si sigue con vida o no, señaló la ONG en un comunicado.
Según Campaña Internacional por el Tíbet son ya cuatro las personas que han intentado quitarse la vida quemándose a lo bonzo en lo que va de año en zonas de China pobladas por la etnia tibetana, y Tawu es una de las áreas donde se respira mayor tensión.
En 2013, la policía de esa localidad abrió fuego contra un grupo de tibetanos que celebraban el 78 cumpleaños del Dalai Lama, su líder religioso en el exilio, un suceso en el que hubo 10 heridos y algunos de los detenidos fueron torturados bajo custodia policial, siempre según la ONG estadounidense.
"Hemos oído que mucha gente está siendo golpeada y detenida sin razón alguna. Tenzin Gyatso fue testigo de esto y se sentía muy mal por ello", señaló un habitante de la zona citado por la ONG pro-Tíbet.
Más de 140 personas han intentado inmolarse en zonas pobladas por tibetanos desde 2009, y más de un centenar fallecieron, en protestas por la represión china de la cultura y la religión de esta etnia.
China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos en el exilio argumentan que la región fue durante mucho tiempo virtualmente independiente hasta que fue ocupada por las tropas comunistas en 1951.
Estas comunidades en el exterior acusan a China de causar indirectamente las inmolaciones debido a sus políticas represivas de la cultura y la religión tibetana, mientras que Pekín culpa al exilio, incluido su líder el Dalai Lama, de alentar estos suicidios.