El Bufete Ortiz Abogados, informa que el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Cádiz, ha dictado Sentencia de 17/05/15 por la que estima íntegramente la demanda de acción de nulidad por la compra de acciones Bankia y condena a ésta a devolver 1.000 euros más intereses y costas Bankia invertidos por una madre y su hija menor de edad.
M.M.M aperturó una cuenta a su hija menor de edad para que tuviera unos ahorros. El comercial de Bankia le convenció en julio de 2011 para que invirtiera 1.000 euros de la cuenta de su hija en acciones Bankia.
Apenas un año después, se produjo el desplome de Bankia, por lo que los accionistas vieron que el valor de sus títulos se reducía a un céntimo. El 30/03/15 presentaron una demanda contra Bankia que fue admitida a trámite. En la misma se pedía que la nulidad del contrato de suscripción de acciones y, además, la resolución del mismo por el incumplimiento de las obligaciones por parte de Bankia. El Juzgado de Primera Instancia de Cádiz ha dado la razón a estas dos minoristas y obliga a la Entidad Financiera, a devolver el dinero invertido en la compra de sus acciones más los intereses legales desde la fecha de compra de las acciones.
La jueza entiende, que cabe la nulidad del contrato por vicio del consentimiento porque se anuncia y explicita públicamente al inversor una situación de solvencia económica con relevantes beneficios netos de la sociedad emisora de las nuevas acciones, además con unas perspectivas que no son reales. Estos datos económicos constituyen elementos esenciales de dicho negocio jurídico hasta el punto que la normativa legal exige de forma primordial su información al inversor y con tales datos evalúa y considera su decisión de suscripción. Siendo contratos de inversión, en concreto de suscripción de nuevas acciones donde prima la obtención de rendimientos (dividendos), la comunicación pública de unos beneficios millonarios resulta determinante en la captación y prestación del consentimiento. La Sentencia declara aprobada que los folletos facilitados por la entidad contenía información inexacta de su situación real, por lo que Bankia incumplió sus obligaciones, presentándose como una entidad “más solvente de lo que era en realidad”.
