Una mujer de 34 años ha admitido en el juicio que tiró en la Nochebuena de 2013 por la ventana de su patio interior a su hija recién nacida, a quien dio a luz en la bañera de su casa. La pequeña casi muere congelada al estar tres horas bajo la intemperie.
Así lo ha reconocido en el juicio celebrado en la Audiencia de Madrid, en donde se ha alcanzado un acuerdo de conformidad después de que ésta admitiera los hechos. De este modo, ha aceptado una condena de cuatro años frente a los nueve años y seis meses que pedía la fiscal.
La rebaja de la pena se debe a que se le ha aplicado una eximente incompleta por retraso manteal y una atenuante por confesión. Además de la pena de prisión, se ha declarado su inhabilitación para la patria postestad de sus tres hijos.
La pequeña sufre secuelas de lo sucedido. Nada más nacer, su madre la arrojó por el patio. El bebé estuvo casi tres horas bajo una temperatura de 3º. Estuvo a punto de morir congelada. Ahora, está bajo la tutela de la Comunidad de Madrid.
HECHOS DE LA ACUSACIÓN
Según el fiscal, la procesada dio a luz en el baño del domicilio que compartía con sus padres, a las cinco de la madrugada del 24 de diciembre de 2013, a una niña sana con un peso de tres kilogramos.
La acusada ya tenía otros dos hijos menores de edad, de ocho y cinco años, y como no deseaba más, tras cortarle al recién nacido el cordón umbilical y envolverlo en un pantalón, lo arrojó por la ventana de la cocina al patio interior del edificio.
El bebé cayó desde una altura de 1,70 metros, ya que la vivienda se encuentra en la planta baja. La madre de la procesada, que como el resto de la familia desconocía que su hija estuviera embarazada, se despertó y la encontró bañada en sangre en el cuarto de baño. De inmediato su padre la llevó al hospital.
Ya eran las 7 de la mañana. Una hora después, a las 8 de la mañana, la madre salió al patio a recoger una ropa del tendedero. Observó que algo se movía y descubrió que se trataba de un recién nacido. Sin pérdida de tiempo llamó a los servicios de emergencia, que al llegar encontraron a la niña ya en el interior del domicilio en parada cardiorespiratoria y con hipotermia profunda (26 grados centígrados).
Las maniobras de resucitación y reanimación cardio pulmonar consiguieron latido y las posteriores de canalización de la vía umbilical y tratamiento multisistémico lograron el mantenimiento de las constantes vitales. La menor estuvo hospitalizada 74 días, si bien nunca podrá recuperarse plenamente de los efectos de la hipotermia. Hasta que alcance el pleno desarrollo no podrá saberse las disfunciones físicas o psíquicas que padece.
La procesada padece un retraso mental moderado que afectó a su capacidad de valorar de forma plena el alcance de los hechos cometidos, aunque este retraso no anulaba sus facultades intelectivas y volitivas.