La reportera, que el pasado 18 de abril fue condenada a ocho años de prisión por un supuesto delito de espionaje en favor de EEUU, abandonó la cárcel de Evin tras formalizar el papeleo y abonar una fianza cuyo monto no ha sido revelado.
Pese a la gran expectación que había en la salida del penal, en el oeste de Teherán, Saberí salió por una puerta distinta y eludió a la multitud de periodistas que la aguardaban.
“Puedo confirmar que ya está con nosotros. La pena ha sido reducida a dos años y quedará definitivamente en libertad si en un plazo de cinco años no vuelve a cometer un delito”, explicó a Efe su padre, Reza Saberí.
Desde la propia prisión, el progenitor señaló, asimismo, que su hija “se encuentra feliz y en buen estado de salud”, y que el plan ahora es residir unos días en casa de algunos familiares y regresar en cuanto sea posible a su hogar paterno.