El buque participará a finales de este mes en las primeras maniobras navales ruso-venezolanas, según informó ayer el Ministerio de Defensa ruso.
El buque fue botado en 1996, diez años después del comienzo de su construcción, tras haber pasado varios años casi terminado y abandonado por problemas financieros.
Rusia decidió ponerlo en servicio a pesar de los numerosos problemas que surgieron en sus viajes de prueba, según confesó entonces el comandante en jefe adjunto de la Marina rusa, Igor Kassatonov.
Desde el comienzo de su viaje inaugural, salieron a la luz una serie de problemas. El más grave de ellos fue la ruptura de una tubería de vapor debida a una soldura defectuosa. Cuatro marineros murieron en este incidente.
Su tripulación es de 727 hombres, 97 de ellos oficiales. Lleva tres helicópteros, 20 lanzamisiles de crucero Granit, 12 lanzamisiles antiaéreos y sistemas Vovopad de defensa contra los submarinos. ministerio de Defensa ruso.