Un hombre y una mujer recibieron un ingreso en su cuenta del Westpac Bank de 10 millones de dólares neozelandeses (6 millones de dólares estadounidenses), y desde entonces se hallan en paradero desconocido.
Según la agencia local NZPA, regentaban una gasolinera en la localidad de Rotorua (Isla Norte).
La Policía neozelandesa, que no ha revelado su identidad y se ha limitado a decir que el banco ha recuperado parte del dinero, ha solicitado ayuda a la Interpol para encontrarles.