Los remeros Adrián Miramón y Adolfo Ferrer, junto a su entrenador Manuel Rodríguez, llegaron a Málaga con las medallas que ratifican su primer y tercer puesto mundial en categoría individual de remo de mar.
En la estación del AVE María Zambrano se agrupaba un nutrido grupo de personas con banderas y palas para dar la bienvenida a los dos medallistas internacionales que recibieron el acogimiento con una gran sonrisa y multitud de abrazos.
Con una expresión algo perpleja por el recibimiento, Adrián Miramón comentó que “el campeonato estuvo genial y todavía no me lo creo, aunque ahora que he visto a todos, un poco más”.
El reciente oro mundial, que ya se encuentra en tierras santanderinas para continuar la temporada de remo en el club Astillero, describió que “en la final hice una salida fuerte para intentar colocarme primero. Después se unió un sueco conmigo y estuvimos los dos juntos casi toda la regata”.
Al final, el español, que llegó en segundo lugar, fue oro debido a una penalización al remero sueco. “No se trata de suerte, son las reglas y a mí también me quitaron un campeonato de España por algo así”, subrayó.
Por su parte, Adolfo Ferrer reconoció que “estoy muy contento, merecía el podio”. “Dos semanas antes del mundial, fantaseábamos con conseguir los dos medallas y cuando lo conseguimos, nos dimos un gran abrazo”, dijo.
