El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, considera que a sus jugadores les debe "servir de estímulo y no de alivio" la situación por la que atraviesa el Valencia, inmerso en una crisis institucional que ha provocado la salida de su entrenador, Nuno Espírito Santo.
El club valenciano ha fichado a Gary Neville como nuevo técnico, pero mientras el inglés asume las riendas del equipo será su delegado, Salvador González 'Voro', quien se siente mañana en el banquillo contra el Barça.
"Todo el seguimiento que habíamos hecho del Valencia ahora nos genera dudas, pero plantaremos el partido más o menos del mismo modo. Mestalla es, a priori, uno de los estadios más difíciles, sin duda. El año pasado ganamos en el último minuto (con un gol de Sergio Busquets) y, como siempre que jugamos contra ellos, será un partido complicado", ha advertido Luis Enrique.
Precisamente fue el Barcelona el último equipo en ganar al Valencia en domicilio en Liga. Y de eso ya hace uno año. Ahora, el líder visita de nuevo a un equipo que esta temporada se presenta con diez bajas y un futuro incierto con el cambio de entrenador.
A Luis Enrique, en cambio, el irregular conjunto valencianista, noveno en la clasificación, le sigue pareciendo un rival temible: "Es un equipo que particularmente me gusta y que está lleno de jugadores jóvenes de calidad. El trabajo que ha hecho Nuno con él, para mí, es más que destacado".
Para visitar Mestalla, el preparador del conjunto catalán recupera la MSN, la tripleta atacante formada por Messi, Suárez y Neymar, a la que dio descanso en la Copa del Rey ante el Villanovense.
Luis Enrique se ha deshecho en elogios hacia los tres delanteros sudamericanos: "Forma el mejor tridente de la historia del Barça y me atrevería a decir que de la historia del fútbol, porque reunir a tres jugadores de ese nivel técnico-individual y conseguir que los tres hagan tantos goles, tengan esa solidaridad y hagan que el equipo pueda registrar esos números no creo que se haya dado en la historia reciente de este deporte", ha destacado.
En la convocatoria también figura el centrocampista del filial Sergi Samper, que poco a poco va ganándose la confianza del técnico tras un inicio de curso en el que no parecía contar para el primer equipo.
En este sentido, Luis Enrique ha dejado claro que Samper, aunque ha progresado "en aspectos del juego" las últimas semanas, "aún tiene cosas que mejorar" y que su consolidación en la primera plantilla, como ocurre con el resto de jugadores del filial, pasa por rendir mejor en el Barça B.
"No estoy muy contento con los resultados del filial. Los jugadores del B han de mejorar el nivel claramente si quieren tener alguna opción de subir al primer equipo", ha avisado.
Por último, el preparador asturiano ha declinado opinar sobre la alineación indebida de Denís Chéryshev por parte del Real Madrid en el partido de Copa ante el Cádiz, y eso que se la ha preguntado por ello hasta en cuatro ocasiones durante la rueda de prensa.
Luis Enrique se ha limitado a comentar que, en el Barcelona, la responsabilidad de saber si un jugador está sancionado "es de todos" y tampoco ha querido entrar a valorar el hecho de que Gerard Piqué se mofara del error del eterno rival a través de su cuenta de Twitter.
