La secretaria de Análisis Político y Social de Podemos y diputada del grupo parlamentario de esta formación, Carolina Bescansa, ha entregado este miércoles una carta en el registro del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para instar a su presidente, Fernando Martí, a detener el proceso de evaluación de la solicitud de Nuclenor para volver a producir electricidad en la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), por lo menos hasta que haya un nuevo Ejecutivo.
Becansa ha acudido hasta la sede del CSN acompañada por el diputado de Podemos y activista ecologista Juantxo López de Uralde y ambos han asegurado que cuentan con el apoyo de "más de una docena de organizaciones ecologistas" entre las cuales figuran Ecologistas en Acción y Greenpeace.
Tras entregar la misiva en el registro del organismo, la diputada se ha mostrado en contra de la reapertura de la instalación y ha incidido en la necesidad de iniciar una "transición energética" hacia otras fuentes de energía "limpias y renovables". En todo caso, ha hecho hincapié en que un Gobierno en funciones no debería tomar decisiones cuyo efecto podría revertir en una aprobación de actividad de la central para los próximos 17 años.
Según ha indicado, "no es el momento de tomar una decisión" mientras el Ejecutivo sea un Gobierno en funciones "transitorio" y ha señalado que, en caso de que el Parlamento o el próximo Ejecutivo decida clausurarla, el permiso de reapertura podría dar lugar a reclamaciones por lucro cesante.
"Tenga en cuenta que otorgar una nueva licencia para que Garoña sea comercialmente explotada hasta 2031, aunque esté sometida a un informe condicionado por el regulador, podría permitir a las compañías propietarias la reclamación de pérdidas por 'lucro cesante', en caso de que el Parlamento o el próximo Gobierno decidiera mantener la actual orden ministerial de cese de explotación definitivo", reza la misiva entregada este miércoles en el CSN, firmada por los diputados de Podemos y dirigida al presidente del organismo.
Para Bescansa, más allá de las cuestiones técnicas sobre la viabilidad o no de la reapertura de la instalación, la decisión sobre la vuelta a la actividad de la planta es también cuestión de "voluntad política" y de "un modelo energético de país". "En todo caso, las decisiones sobre energía nuclear no son decisiones aisladas sino que responden a un modelo energético de país y creemos que ha llegado ya el momento de que se plantee la transición energética de nuestro país, tan necesaria, hacia las energías limpias y renovables", ha subrayado.
Durante su intervención, Bescansa ha reiterado hasta cuatro veces que la central nuclear de la provincia de Burgos es una instalación "gemela" de la central nuclear de Fukushima, en Japón, que fue destruida por un maremoto en 2009.
En este sentido, el texto que han entregado en el CSN pone de relieve que la hipotética renovación de la concesión de actividad de Garoña sería "inédita en la historia de la seguridad nuclear de España" y supondría "autorizar llevar un reactor nuclear hasta los 60 años de vida" cuando "su vida útil de diseño estaba prevista hasta los 40 años".
Además, ha incidido en que la paralización de la actividad de la central en 2012, "no ha supuesto ningún problema para el suministro eléctrico", situación que, a su juicio, podría prolongarse "unos meses más", hasta que se haya formado un Ejecutivo.
"En consecuencia, le pedimos que el CSN detenga temporalmente el proceso de evaluación de la autorización de renovación de explotación de Garoña hasta la formación del nuevo Gobierno que deberá tomar la decisión final sobre el informe preceptivo que emita el organismo colegiado que usted preside actualmente", concluye el texto.