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Campo de Gibraltar

“Mi hija tendrá que cambiar de instituto para evitar el acoso escolar”

Una madre relata a VIVA el sufrimiento por el maltrato psicológico que sufre su hija, de 15 años, desde hace año y medio en un instituto de Castellar. Presentó una denuncia en octubre, pero la Fiscalía la ha archivado. El centro habla de un “conflicto” entre las estudiantes, no de acoso

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  • Niña acosada -

El miedo de una madre no se calma con buenas palabras o con mensajes de tranquilidad. No hay nada peor para alguien que tiene un hijo que saber que su pequeño está sufriendo. María y su hija Cristina (ambos nombres no corresponden con la verdadera identidad por motivos de seguridad) aseguran llevar viviendo un calvario desde hace un año y medio. Y la Justicia tampoco la tienen de su lado. 

Ambas están convencidas de que se trata de un clarísimo caso de acoso escolar por parte de tres compañeras de instituto de Cristina. Pero ni la dirección del centro ni la Fiscalía de Menores lo ha visto así y la única denuncia interpuesta hasta el momento se archivó hace unos días. “Me dicen que es una pelea entre niñas... Pero, una pelea de niñas es una cosa breve, que puede durar hasta un mes, pero no un año y medio. ¿De verdad creen que una pelea es tener a tres niñas contra una?”, relata a VIVA la madre de la joven, de 15 años. 

Todo comenzó en octubre de 2014. Todas son alumnas del IES Almoraima de Castellar. “Al principio mi hija y la cabecilla del grupo que la acosa eran amigas, pero hubo un problema porque ella le tenía mucha envidia a Cristina”, explica María. 

“Empezaron a meterse con la niña, con insultos y amenazas, pero no le di demasiada importancia en ese momento. Le decía que si le pasaba algo, que no respondiera y que se lo dijera a los profesores”.

Hasta que llegó un momento en el que María no pudo más porque “llegaba a casa del trabajo y me encontraba a mi hija con los ojos hinchados de llorar”.

Hizo lo que cualquier padre hubiera hecho en su misma situación: acudir al colegio para informar de la situación y pedir explicaciones. “Fui al centro y me dijeron que seguirían y tratarían el problema. La jefa de estudios y yo hablábamos semanalmente porque los episodios se seguían repitiendo, pero me decían que era una pelea de niños”. 

Sin embargo, María asegura que llegaron a permitir que su hija saliera del instituto unos minutos antes de que sonara el timbre por la puerta de los profesores, no por la que salen los alumnos. “Por algo sería, para que no la agredieran”, dice resignada.

“Me decían que no le iba a pasar nada y que un profesor la vigilaría en el recreo. Pero en un par de ocasiones fui al instituto y el maestro de guardia no sabía ni quién era mi hija”.  

Insultos denigrantes

Madre e hija aseguran que no ha habido agresiones físicas, pero sí graves insultos y amenazas. “Tiene un mensaje de whatsapp en el que le dicen que le van a hacer la vida imposible y en otros la llaman puta”. 

Pero los insultos llegan a ser tan denigrantes que cuesta hasta reproducirlos. Insultos y amenazas directos a ella, pero también indirectos, a través de sus amistades. 

La denuncia

El 1 de septiembre se produjo un episodio que fue detonante para que decidieran poner una denuncia. “Mi hija fue con una amiga que iba a inscribirse en el instituto. El grupito de siempre estaba allí e insultó a mi hija. Cristina lo grabó con su móvil y se ve que una de ellas la llama puta y putilla. Mi hija me llamó y fui a buscarla. Les pregunté quién la había insultado y la cabecilla me dijo que había sido ella. Me fui al cuartel de la Guardia Civil y la denuncié. Fui al instituto y conté lo que había pasado. Pedí que pusieran medios y que se activara el protocolo de acoso”.

En octubre la Fiscalía llamó a declarar a madre e hija y desde entonces no habían vuelto a saber nada, hasta el jueves pasado, que se produjo otro episodio. “Estaban en el patio y una de las niñas le dijo a mi hija: Te huele el coño, a ver si te lo lavas. Y también: A ver si te atragantas con el piercing y te mueres de una vez”. María, desesperada, al ver a su hija histérica y con una crisis de ansiedad, fue directamente a la Fiscalía. “Allí me enteré de que el 21 de enero me habían enviado una notificación, que aún no ha llegado, en la que se comunica el archivo de la causa al entender que se trata de una cosa de niñas”.
Es lo mismo que le argumentaron el director y el sargento de la Guardia Civil que contactó con ella tras presentar la denuncia. “Me dijo que no había ningún seguimiento ni constancia de nada en el instituto. Me parece increíble, cuando yo me he tirado un curso entero yendo semanalmente a informar e informarme de la situación con la dirección del centro”.

“Mi hija ha cambiado en este año y medio, tiene miedo, ha pasado de tener sobresalientes en Primaria a dar un bajón en las notas. Está triste y le dan crisis de ansiedad. Ha llegado a pedirme que la cambie de instituto”, lamenta. De hecho, ya ha hablado con el IES de Jimena para ver las posibilidades de un cambio. Perdería incluso las posibilidades de transporte, pero no le importa. Todo, por el bien de su hija, en quien confía plenamente. Pero una pregunta queda en el aire... ¿Se quedará todo aquí o vendrán lamentaciones más adelante? Difícil y temida respuesta. 

Versión del instituto: “Conflicto de niñas”
Tras conocer la historia relatada por esta madre desesperada y que se siente desamparada por la Justicia, VIVA contacto con el director del centro en el que estudia la joven que se siente acosada.

El director del instituto de Castellar, que declinó hacer declaraciones en profundidad, aseguró que no se ha abierto un protocolo de acoso “porque no existe tal acoso”. Indicó que sí existe un registro de todas las incidencias” y que se está elaborando un informe para la Inspección. Según el máximo responsable del centro de educación Secundaria se trata de “un conflicto entre niñas que divide al resto de compañeras en dos bandos incompatibles” y no un caso de acoso escolar.

El docente desmintió a la madre de la denunciante asegurando que no era cierto que la joven saliera del instituto por la puerta del profesorado y que desde la dirección se había evitado el conflicto entre las alumnas “colocando” a las niñas en unidades distintas para que no coincidieran. 

Aseguró que durante este curso “solo ha habido un incidente aislado”, en alusión a lo que ocurrió la semana pasada y reconoció que “es verdad que la han insultado” pero entiende que se trata de una pelea entre ambas estudiantes, no de ‘bullying’.

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