El portavoz vaticano, Federico Lombardi, afirmó este domingo que el discurso que el papa dirigió a los obispos mexicanos, y que ha sido interpretado como una reprimenda, es "algo normal" que el pontífice suele hacer.
"Es siempre así en cada país que va. No es que los obispos mexicanos sean malos", bromeó Lombardi en la rueda de prensa que ofreció tras ser preguntado sobre el considerado duro discurso al clero del país.
Francisco había pronunció un inesperado discurso al clero mexicano reunido en la catedral de Ciudad de México: largo, fuerte y lleno de contenidos y llamadas de atención y en el que les pidió que "no minusvaloren el desafío" que el narcotráfico representa para la "sociedad mexicana", incluida la Iglesia.
Así como les instó a dar una respuesta fuerte a esta "metástasis que devora" el país.
El portavoz quitó hierro al asunto al asegurar que forma parte del magisterio de Francisco "el invitar a ser mejores" y agregó que el discurso "no tiene porque ser visto como algo negativo".
En otro de los pasajes del discurso, Francisco instó a los obispos reunidos en la catedral de Ciudad de México a afrontar con "coraje profético y un serio y cualificado proyecto pastoral" el problema del narcotráfico.
Y abogó por ayudar a las familias y "a abrazar la periferia humana y existencial de los territorios desolados de nuestras ciudades; involucrando las comunidades parroquiales, las escuelas, las instituciones comunitarias, la comunidades políticas, las estructuras de seguridad"