En el año 1990, me dijeron que tenía que ir a la calle Zaragoza (Sevilla) para ver el destino que me había tocado para realizar el servicio militar. Cuando llegué y me busqué en las listas por orden alfabético, encontré: Zona Marítima del Estrecho. Desde ese mismo día hasta hoy, mi vida profesional y personal ha ido ligada a la ciudad de San Fernando y al Club Deportivo.
En estos veinticinco años, he tenido la posibilidad de sentir todo tipo de emociones; felicidad, alivio, deseo, soledad, desaliento, decepción, satisfacción, orgullo, placer…Esto, lo único que me demuestra que este Club y esta ciudad me han hecho vivir y sentirme vivo.
Si buscara una palabra que definiera todas las emociones que he padecido, esa sería gratitud.
Por ello no puedo dejar de dar las gracias a:
Todos los trabajadores de Bahía Sur; Mariano, Félix, Juani, Ángel, Falele, Paco Ariza…, por toda su amabilidad y esfuerzo, haciendo que el trabajo diario sea posible. A toda la directiva y todos los colaboradores, tanto personales como establecimientos, que sin su trabajo y apoyo, el club no seguiría hacia adelante.
De manera significativa a José María Santos Bonet Lele, por las horas de convivencia y apoyo incondicional. Y por supuesto a Daniel Luna, un presidente diferente, que siente un amor incuestionable por nuestro Club. A Natanael Cano Marín Canito, por haberme dado la oportunidad de entrenar a nuestro equipo y valorar mi trabajo.
A todos los medios de comunicación que siguen al Club. Está claro que me refiero a los medios imparciales, que escapan de cualquier guerra personal y que, por encima de todo, está su profesionalidad y el bienestar de nuestra entidad. (En una carta de despedida debo ser sincero, aunque no sea políticamente correcto, y creo que todos saben a qué me refiero).
A los dos utilleros. Nene, que entró en el club el mismo año que lo hice yo por primera vez, y desde entonces ha sido un trabajador incansable para su San Fernando Club Deportivo. Y a Jesús, hombre humilde, sencillo y honrado dónde los haya.
A todos los jugadores que he tenido la oportunidad de dirigir, por el esfuerzo que han realizado para sacar al equipo hacia adelante.
A todos los componentes del cuerpo técnico, que gracias a ellos he progresado en mi profesión (estoy convencido que el club se queda en muy buenas manos).
Mención especial tengo que hacer con Antonio Olvera Nono. Además de ayudarme con su visión futbolística y dedicación constante, es un hombre que es capaz de crear un ambiente de serenidad y felicidad. Sin duda alguna, su dimensión humana es uno de los grandes activos del Club.
Por último, quiero dar las gracias a todos los aficionados. A los contra y promasegosa, porque siempre he entendido que querían lo mejor para el equipo. Quiero deciros, que dejamos al equipo a las órdenes de muy buenos profesionales, y estoy convencido que con ellos, vamos a conseguir los objetivos propuestos.
Sé que es una carta de despedida extensa, pero entiendan que son 25 años… Es posible que aún así se me escape alguien, el cual haya aportado su granito de arena (espero sepan disculparme).
Ya sólo me queda despedirme y lo haré con esa palabra en mayúscula y que no me cansaré de repetir;
GRACIAS
