La policía belga tenía informaciones a comienzos de diciembre del lugar donde estaba escondido Salah Abdeslam, el terrorista más buscado de Europa, pero no llegó a los servicios antiterroristas, revelaron este viernes varios medios locales.
Un agente de la ciudad de Malines supo el pasado 7 de diciembre que un tal Abid del barrio de Molenbeek, en concreto en el número 79 de la rue des Quatre Vents estaba en contacto con Abdeslam, que desde mediados de noviembre de 2015 había sido identificado como el responsable de la logística de los atentados del día 13 de ese mismo mes en París que causaron 130 muertos y cientos de heridos.
Según "RTL", el agente cayó enfermo y comunicó la filtración que había recibido a un compañero, que redactó un informe, pero que bien no llegó a los servicios antiterroristas de la policía federal o bien no fue explotada.
La policía ha abierto una información interna para aclarar por qué no se utilizó esa información.
Abdeslam fue finalmente arrestado el viernes de la semana pasada en ese mismo barrio de Molenbeek.
De confirmarse esa disfunción, sería una más del dispositivo antiterrorista belga de las que han quedado en evidencia tras los atentados en Bruselas del pasado martes, en los que fueron asesinadas 31 personas y 300 resultaron heridas.
Una de las que está adquiriendo una dimensión política importante es que uno de los terroristas suicidas del martes, Ibrahim El Bakraoui, que se hizo saltar por los aires en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem había sido expulsado el pasado verano por Turquía, que lo había detenido como combatiente extranjero junto a la frontera siria, y había comunicado la información a Bélgica.
Los ministros de Interior y de Justicia de Bélgica deben comparecer esta tarde ante el Parlamento para dar explicaciones sobre ese hecho.
Por otro lado, la pagina web "Politico Europe" indicó que Abdeslam sólo fue interrogado una hora por la policía belga desde su captura el viernes de la semana pasada y los atentados de Bruselas del martes, y ese interrogatorio se limitó a su implicación en los ataques yihadistas de París, pese a que había diversos elementos que podían hacer pensar en nuevas acciones terroristas.