El juez ha citado mañana a declarar como testigos a 16 personas por su relación con el caso de la mujer que murió desangrada por los abusos que sufrió en el parque María Luisa de Sevilla mientras estaba aletargada por los medicamentos que tomó para suicidarse, hechos por los que hay un hombre preso.
Entre los testigos que ha citado el juzgado de instrucción 16 de Sevilla se incluyen a varios amigos de la víctima, de 31 años, a los que había mandado desde su teléfono mensajes de despedida porque tenía intención de suicidarse, aunque las pastillas que ingirió no le hubieran causado la muerte, han informado a Efe fuentes judiciales.
El juez también ha citado a la mujer del preso, F.M.S., de 46 años, quien en su declaración judicial del pasado 11 de marzo admitió que la noche del 23 de febrero pasado mantuvo relaciones con la víctima, aunque matizó que fueron consentidas, y añadió que dejó a la mujer consciente en el parque antes de llegar a su casa.
Además, ha sido citada una persona que aseguró haber visto en el parque al acusado así como a un vagabundo que pernocta en algunas ocasiones por la zona, según ha apuntado el abogado defensor del hombre, Eugenio Guevara.
El detenido, que está en la prisión de Huelva, está acusado de homicidio y agresión sexual y su abogado ha anunciado que tiene previsto pedir la libertad de su defendido.
En su declaración judicial, que prestó de forma "serena", el detenido dijo que se cruzó con la mujer en el parque de María Luisa, donde mantuvieron relaciones sexuales consentidas por ella, que no fueron brutales, y después se despidieron sobre las 22.00 horas del 23 de febrero y cada uno se fue por su lado.
También dijo que suele frecuentar el parque en el que la mañana del 24 de febrero fue localizada sin vida la mujer, lo que podría ser porque es un habitual "mirón" de ese espacio público, según las mismas fuentes.
El detenido tiene antecedentes policiales por maltrato a su actual pareja, que le ha denunciado en varias ocasiones pero finalmente siempre las ha retirado, por lo que no tiene antecedentes penales.
Para enviarlo a prisión, el juzgado se basó en el atestado policial y en los informes forenses, que determinan que la mujer murió desangrada, tras perder un litro de sangre, por los abusos sexuales que cometió el detenido mientras estaba aletargada por los fármacos que ingirió con intención de suicidarse, que no le hubieran causado la muerte.
