La Fiscalía pide nueve años de cárcel para D.J.M., acusado de robar la Custodia del convento de Las Bernardas, de Jaén en marzo de este año. Además, el Ministerio Público reclama también otros seis años de prisión para su pareja sentimental, M.C.C.T. a la que acusa de haber participado activamente en el robo de esta pieza religiosa.
La calificación provisional del fiscal a la que ha accedido Europa Press, acusa a D.J.M. de un delito de robo con fuerza en la cosas en concurso con un delito contra los sentimientos religiosos. Por este delito le reclama seis años de prisión, a lo que le suma otros tres años más por un delito de hurto ya que se le acusa también de haber sustraído de la basílica de San Ildefonso, también en Jaén capital, un puñal de orfebrería perteneciente a la Virgen de los Dolores.
En el caso de su pareja, el fiscal le reclama seis años por el robo de la Fiscalía y aunque le imputa un delito de encubrimiento por el robo del puñal, finalmente la exime de pena por tratarse de su compañera sentimental.
En cuanto a responsabilidad civil, el Ministerio Público les reclama a los dos una indemnización de 500.000 euros por "la ofensa al Santísimo Sacramento del Altar, eje central de la religión católica donde se venera y se adora a Dios". Al margen de este medio millón de euros, el fiscal establece otra cantidad más que será la que se determine en la ejecución de la sentencia por el valor de la Custodia ya que no se han recuperado todas las piezas de valor.
La Custodia de Las Bernardas, datada en el siglo XX, estaba valorada en más de 400.000 euros ya que contaba con brillantes, perlas y esmeraldas, además de oro, que no ha sido recuperado en su integridad.
Los hechos, según relata el fiscal, ocurrieron el 11 de marzo entre las 17,30 horas y las 18,00 horas, cuando los dos acusados "puestos de común acuerdo" y con "claro ánimo de perjudicar a la comunidad religiosa de las Hermanas Franciscanas Descalzas" se hicieron con la preciada pieza.
Para ello, tras calcular que había un espacio de tiempo en el que el Santísimo Sacramento del Altar "quedaba expuesto a la veneración de los fieles en adoración permanente y sin nadie en el templo", mientras M.C.C.T. se quedaba fuera vigilando, D.J.Z. se servía de un banco para saltar la valla de más de dos metros que resguardaba la Custodia.
Una vez que ya estaban en posesión de la Custodia se fueron directamente a su domicilio donde "empezaron a retirarle las piedras preciosas y a fracturarla para vender el oro y las piezas, causando un grave perjuicio a la pieza".
Pese a ello, el fiscal recoge que el "mayor daño" que se hizo a la comunidad religiosa fue que "la acusada se comiese la sagrada forma de Dios atentando contra el sentimiento religioso, de culto y de adoración a Dios, símbolo de adoración de la religión cristiana".
Al día siguiente del robo, la acusada, siempre según el relato de los hechos del Ministerio Fiscal, introdujo parte de la Custodia en un carrito de la compra y la llevó oculta hasta el piso de su madre. Fue la madre de la acusada la que al percatarse de la gravedad de los hechos, devolvió la Custodia al convento.
Finalmente, la Policía registró el domicilio de la pareja y allí encontró el resto del ornamento sagrado, con parte de las piedras preciosas, y la daga de la Virgen de los Dolores.
D.J.Z. acabaría entregándose en la comisaría y reconociendo su autoría en el robo, además implicó ante el juez a su compañera sentimental. Por su parte, M.C.C.T. ha venido negando su implicación en los hechos. D.J.Z. se encuentra en prisión preventiva desde el pasado mes de marzo.