La misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI) expresó hoy su "gran preocupación" por los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes contrarios al Gobierno, que irrumpieron ayer en la Zona Verde de Bagdad.
El representante especial para Irak, Ján Kubis, dijo en un comunicado que "lo acontecido muestra cómo los sucesos pueden tomar un giro diferente y empeorar hasta causar la muerte de personas".
Kubis instó a las fuerzas políticas ha emprender inmediatamente un diálogo para calmar la situación y buscar soluciones políticas "ya que los enemigos de Irak, especialmente el grupo terrorista Estado Islámico (EI), se benefician del caos".
Una situación de calma imperó hoy en la capital iraquí después de que ayer las autoridades lograran controlar la situación en la Zona Verde, tras obligar a los manifestantes a retirarse de ese área.
Anoche, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, en un discurso televisado instó al pueblo iraquí a "permanecer atento frente a quienes desean generar el caos en su propio beneficio".
En ese sentido, alentó a las fuerzas políticas y a los iraquíes a la unidad para "repeler las conspiraciones de los infiltrados del antiguo gobernante Partido Baaz, que son aliados del EI".
Por su parte, el poderoso clérigo chií Muqtada al Sadr condenó en un comunicado el uso de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes.
Cientos de manifestantes, en su mayoría seguidores Al Sadr, ocuparon por unas horas parte de la Zona Verde y la sede del Gobierno, como ya hicieron el pasado 30 de abril.
Las fuerzas del orden dispararon al aire y usaron gases lacrimógenos y chorros de agua, lo que causó lesiones y síntomas de asfixia a decenas de personas.
Las autoridades impusieron el toque de queda en Bagdad y sus alrededores, aunque esta medida de excepción solo duró un par de horas y se levantó al retirarse los manifestantes de la Zona Verde.
Al Sadr ha dado varios ultimátum al Gobierno de Al Abadi e incluso ha suspendido la participación de sus diputados en las sesiones del Parlamento hasta que la Cámara vote un nuevo Ejecutivo de corte tecnócrata.