Luis Eduardo Aute está en pleno tour por España. Gira Luna (mañana en Fibes) presenta una amplia selección de canciones emblemáticas y conocidas por todos que ha compuesto a lo largo de cinco décadas.
El cantautor realizará un emotivo concierto, único e inolvidable, donde el público podrá disfrutar de los temas que habitan en su cabeza desde hace décadas, a veces ligados a acontecimientos personales que evocarán recuerdos en un presente en el que se necesita más que nunca disfrutar y emocionarse. Al alba, Slowly, Pasaba por aquí, Una de dos…, un extraordinario paseo musical en un concierto antológico con lo más significativo y emblemático de su obra.
El espectáculo, que se subtitula “De la luz y la sombra”, se abrirá con la proyección de un mediometraje de animación, Vincent y el giraluna, dibujado, musicado y dirigido por el propio autor.
¿Qué tiene pensado ofrecer en su inminente concierto sevillano?
–Será un repaso, un concierto antológico donde cantaré las canciones más emblemáticas y representativas de toda mi carrera. No las elegí yo, han sido seleccionadas bajo el criterio de un grupo de amigos y amigas.
Háblenos del mediometraje de animación, ‘Vincent y el giraluna’
–Es una película de dibujos. Animados de una manera muy rústica. La primera parte es una fábula, que cuento antes de cantar el tema Giraluna. La segunda parte es una historia en la que aparece Vincent Van Gogh, con referencias a sus girasoles. Hasta ahí puedo contar, hay que ir a verla.
No hace mucho estuvo en Sevilla, en el homenaje a su amigo Máximo Moreno. ¿Qué recuerdos tiene de esa experiencia y como es su relación con el público sevillano?
–De esa experiencia tengo gratos y emotivos recuerdos. Máximo además de amigo es un artista de primera línea, al igual que su hermano Benito. Fue una noche muy bonita y agradable, no sé si era luna llena o sólo lo parecía… Un momento especial y muy gratificante. En cuanto a mi relación con el público sevillano, le diré que me trata muy bien, mejor de lo que merezco. Siempre ha sido muy participativo y, además, afina muy bien.
Una de sus canciones más conocidas y emblemáticas es ‘Al Alba’. ¿En qué se inspiró y a quién rinde homenaje su letra?
–Por aquellos años yo quería hacer una canción que tratara el tema de un fusilamiento. Era un tema difícil, sobre todo por la censura. Intenté diversas maneras de tratar el espinoso tema, pero no acababa de ver desde qué perspectiva tratarlo. Dejé la idea aparcada por un tiempo y me puse a componer canciones de amor para otro proyecto. De esas canciones salió ‘Al Alba’. Era una canción de amor en una situación límite, que involuntariamente sugería la situación de alguien que van a fusilar al amanecer, cuando en realidad era una canción de amor. En esos años yo no daba conciertos, era Rosa León la que cantaba mis canciones.
En un encuentro con ella se la canté y cuando la escuchó me dijo que le parecía que era una canción sobre alguien a quien iban a fusilar al amanecer. Yo le dije que era una canción sobre una despedida fatal. Cuando ya habían condenado a muerte a los detenidos, Rosa les dedicaba esa canción. A partir de ahí, se vinculó para siempre esa canción con los fusilamientos.