La sede de la Fundación Cruzcampo ha acogido este lunes un encuentro en torno al desarrollo de la responsabilidad social corporativa en las empresas de Sevilla, debatiendo en torno a la idea de que la responsabilidad social deriva en mayor "competitividad" y la posibilidad de que las sociedades que apuesten por tales estrategias gocen de "incentivos" por parte de las administraciones públicas.
Durante el acto, el presidente de la Confederación Empresarial Sevillana (CES), Miguel Rus, ha señalado la creciente cultura de la responsabilidad social entre el empresariado, defendiendo que "las empresas que apuestan por la responsabilidad social corporativa resultan más competitivas y más perdurables en el tiempo", dado que este tipo de políticas se traducen en "confianza" para las plantillas, administraciones y posibles socios.
Dado el caso, ha reclamado que "todos" los empresarios de Sevilla asuman en sus entidades políticas de responsabilidad social corporativa, como una medida no sólo para mejorar su funcionamiento, sino como "contribución" a la sociedad.
German Granda, director de la asociación española Forética, dedicada a fomentar la cultura de la gestión ética y socialmente responsable en las organizaciones, ha señalado de su lado el necesario "equilibrio" entre las políticas de responsabilidad social corporativa y las "operaciones" productivas y comerciales de las empresas, defendiendo en todo momento una "conexión" directa entre la responsabilidad social "y la competitividad". En ese sentido, ha señalado la responsabilidad social como un "valor diferencial" de las empresas.
LAS PLANTILLAS Y EL TALENTO
Entre otros aspectos, German Granda ha avisado a los empresarios de que es "fundamental un compromiso con los empleados", así como la promoción del "talento" entre los mismos. No obstante, ha expuesto que las políticas de responsabilidad social deben impregnar a toda la estratigrafía de las empresas, es decir "liderazgo, gestión, diálogo, transparencia o relación con los proveedores".
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha expuesto que las "estrategias" de responsabilidad social corporativa hacen "más fuertes" a las empresas y las posicionan frente a las administraciones o los clientes, por ejemplo. Espadas ha señalado que la "regulación", es decir las obligaciones de las empresas en materia de responsabilidad social, "han ido avanzando" en los últimos años "dejando menos espacio a la voluntariedad" de los propios empresarios, si bien "siempre hay margen para diferenciarse".
En ese sentido, ha aplaudido el papel y la labor de aquellas empresas que, en materia de responsabilidad social corporativa, "han ido más allá de lo que la norma obligaba". Precisamente por eso, ha apostado por que las administraciones públicas promuevan "incentivos" en favor de aquellas empresas que "van más allá" en su compromiso social.
También ha intervenido Mauricio Domínguez-Adame, director de responsabilidad social corporativa en Heineken España, quien en nombre de la empresa anfitriona del evento ha expuesto que en el caso de Heineken España, la empresa ha logrado "reducir el consumo de agua" en su proceso productivo tras invertir un millón de euros en nuevas tecnologías, así como rebajar sus emisiones de CO2 gracias a la incorporación de maquinaria "ecoeficiente", contando con un 96 por ciento de empresas españolas en su cartera de proveedores.
"Además, seguimos trabajando en la introducción de energías renovables en nuestro proceso de producción", ha abundado Mauricio Domínguez-Adame.
