La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ha elogiado el trabajo realizado por la artista brasileña Anna Bella Geiger, titulado 'Geografía física y humana', y por su labor para dar visibilidad a las mujeres creadoras al contribuir "en la lucha por la igualdad de la mujer en el arte" porque "no sólo ha creado, sino que ha luchado y se ha comprometido para que muchas más mujeres pudieran llegar en el ámbito de la creación y la cultura".
Así lo ha manifestado durante su intervención en la presentación de esta exposición --la primera muestra de la creadora en un museo público español y que abrirá al público este viernes--, que ha tenido lugar en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla y que podrá visitarse hasta el 23 de octubre. Al acto han acudido también la propia autora; el director del centro, Juan Antonio Álvarez Reyes, y la comisaria de la exposición, Estrella de Diego.
En este sentido, ha recordado que Anna Bella Geiger es una de las mujeres incluidas en el programa de 2016 del CAAC, que ha hecho "una apuesta clara por la igualdad y que es el único de España con una programación paritaria, de igualdad en términos de género y, de hecho, este año va a haber más mujeres que hombres que expongan su obra".
Aguilar ha recordado que la obra de Anna Bella Geiger "está en las colecciones más importantes y ha paseado por los museos de arte contemporáneo del mundo entero". Es el caso del MOMA de Nueva York, el Centro Georges Pompidou de París, la Getty Collection de Los Ángeles, Victoria & Albert Museum y Tate Gallery de Londres, o en España en el Reina Sofía de Madrid, el Macba de Barcelona y el Cgac de Santiago de Compostela.
Por eso mismo, para Aguilar, la presencia de Anna Bella Geiger en el CAAC tiene "una doble dimensión por su condición de creadora referente en el arte contemporáneo y por su condición de mujer comprometida y luchadora".
A este respecto, la consejera ha apuntado que la cultura "nos hace mejores, nos aporta valores, principios y conocimientos, y nos hace más libres y críticos". Asimismo, ha añadido que en la cultura "hay que dar visibilidad a las mujeres creadoras y romper ese techo de cristal que se torna en injusticia".
Por su parte, Anna Bella Geiger ha confesado la dificultad que tiene hacer arte con la cartografía, donde desarrollar una estética "es complicado", sobre todo cuando lo que pretende es elaborar una "geografía antropomórfica" en la que abordar cuestiones geográficas y espaciales. "Mi trabajo persigue la idea de la intuición, la sensibilidad de trabajar cosas con diversos elementos, algo que depende mucho de la situación del mundo, de entender lo que pasa", ha añadido.
Estrella de Diego ha destacado el papel de Geiger en lo que considera un arte "subversivo" y su "valentía" al hacer una representación abstracta en una situación política complicada --en referencia a la dictadura brasileña--, donde es necesario un arte que pretenda "ser moderno pero sin serlo". Según de Diego, la cartografía significa "trazar los esquemas del poder" y que lo haya hecho una mujer significa "entrar en esos mismos esquemas, donde además poetiza, subvirtiendo los estereotipos ligados a los mismos".
Según de Diego, los mapas son "el hilo conductor de ese discurso poético y político que recurre a metáforas espaciales", una constante en la obra de Geiger.
La muestra repasa la trayectoria de la artista a través de alrededor de cien vídeos, fotografías, libros de artista, fotocollages y obras en tres dimensiones centradas en dos propuestas que han atravesado su carrera, esto es, la geografía física y la geografía humana.
Como ha ocurrido con otras artistas de su generación y en otros momentos históricos, el trabajo de Anna Bella Geiger no ha tenido la visibilidad que sus colegas masculinos. Pese a la radicalidad de la obra de Geiger, y al ser de las primeras artistas que en Brasil usó el vídeo como forma de expresión en el arte, a menudo se tiene la sensación de que su proyección y visibilidad no corresponde a la altísima calidad de su trabajo, si bien en los últimos años éste ha sido puesto en valor por críticos y galerías, así como por instituciones, según el comunicado.
ANNA BELLA GEIGER
En los años 50, Anna Bella Geiger participa en la Primera Exposición de Arte Abstracto de Petrópolis. Su obra está marcada por las enseñanzas de la maestra polaca de origen judío Fayga Ostrower, con quien aprende grabado. en 1954 viaja a Nueva York, donde asiste a cursos y conoce a Henry Kahnweiler, famoso marchante de los artistas surrealistas que se interesa por su trabajo y adquiere alguna de sus obras. Regresará en los años 70, momento en el cual entra en contacto con personalidades como Acconci y Beuys.
Durante la década de los 70, Anna Bella Geiger desarrolla los dos grandes temas que se repiten en unas propuestas que recurren a las series como fórmula de representación, como son la geografía física y la geografía humana.
La artista recurre a nuevas fórmulas narrativas, sobre todo aquellas que buscan revertir las maneras de contar el mundo desde una posición masculina. Adopta, pues, una identidad y narración quebradas, repletas de repeticiones y falsas repeticiones de esas que tanto gustaron a Duchamp, uno de sus artistas preferidos.