El uso de los estacionamientos de carga y descarga en la ciudad siempre han estado rodeados de polémica. En un primer momento por las autorizaciones concedidas para el aparcamiento en esta zona, especialmente en el entorno del Ayuntamiento. A día de hoy siguen existiendo aparcamientos reservados para distintas administraciones, entidades e incluso colectivos.
Las tarjetas que autorizan a aparcar en estos espacios de la ciudad “al portador de la misma” siguen apareciendo en los salpicaderos de los vehículos. Nada ha cambiado a ese respecto con cuando gobernaba la anterior Corporación.
Pero lo que más “indignaba” ayer por la mañana a los repartidores era la ocupación del espacio de carga y descarga por parte de vehículos de particulares sin ningún tipo de identificación en zonas que están restringidas para el reparto en la ciudad.
El caso concreto ocurría en la zona habilitada en el entorno del barrio de Santa María, concretamente en la carga y descarga que hay enfrente de la Casa de Iberoamérica.
Hora y media antes de las dos de la tarde, había aparcados cuatro vehículos en zona de carga y descarga sin ninguna autorización municipal, es decir, eran coches privados, no destinados al reparto de mercancías. Había repartidores en la zona que habían dado hasta tres vueltas en busca de aparcamiento, mientras veían cómo pasaba la grúa municipal.
