El segmento de los SUV compactos es de los más animados del mercado y la llegada de nuevos modelos es constante. El Tiguan con sus nuevas medidas, más grande pero con menor peso, y con su nivel de seguridad y eficiencia, quiere convertirse en la referencia a imitar.
El nuevo Volkswagen Tiguan atrae miradas por donde pasa y el nuevo tamaño que tiene le sienta bien. Le asemeja más a su hermano mayor, el Touareg.
Esto se debe a que ahora es más largo (4,49 metros) y es más ancho (1,84 metros), pero menos alto (1,64 metros) que el primer Tiguan, lanzado en 2008.
Es el primer SUV del Grupo Volkswagen construido con la plataforma modular transversal (MQB), que hace que los vehículos sean más ligeros, eficientes, espaciosos y seguros.
Volkswagen asegura que el nuevo Tiguan no es una evolución, sino una revolución en toda regla. El primer dato a tener en cuenta es que, aunque es más grande, puede llegar a pesar unos 50 kilogramos menos respecto a la generación anterior, de la que se han vendido en todo el mundo más de 2,6 millones de unidades.
Este menor peso se nota a la hora de hacer una conducción dinámica, ya que el vehículo -que pesa casi 1.600 kilos- se muestra más ligero.
El comportamiento en carretera y en curva es muy estable y muy parecido al de una berlina. Con las nuevas proporciones se le nota más pegado al asfalto y su pisada transmite mucha seguridad, a lo que contribuye el que la unidad probada lleva unos neumáticos 235/55 con llantas de 18 pulgadas, frente a los de serie que son 215/65 con llantas de 17. En el paso por curva es notable la ausencia de oscilaciones en los cambios de apoyo y la ausencia de reacciones bruscas que puedan poner en un compromiso al conductor.
La suspensión tiene un punto de dureza que le hace parecer seco cuando se pasa por zonas en las que abundan los guardias tumbados o badenes, mientras que el equipo de frenos actúa correctamente y no hay trasvases de pesos pronunciados en las paradas fuertes. Aunque el diseño de su tracción, 4x2, no es el más indicado para el campo, al igual que la medida de su llanta y el perfil bajo que tiene la goma, con el Tiguan se puede circular con comodidad por pistas de tierra en buen estado.
Hay que destacar que, frente a otros modelos de la competencia, carece de un sistema de ayuda al descenso, que hace que el coche baje solo, sin intervención del conductor, salvo para acelerar un poco más el vehículo.
Pero ya se sabe, más del 90 % de los compradores de este tipo de automóviles no tiene pensado utilizarlos en el campo, razón por la que los SUV más demandados son con motor diésel y con tracción delantera.
Volkswagen ofrece para esa minoría que busca adentrarse fuera del asfalto la tracción integral 4Motion, además de un acabado más “off-road” con el que el coche gana en ángulos de salida y entrada y los bajos están más protegidos.
Con el motor diésel de 150 CV probado, el Tiguan se mueve con suma facilidad. No es que tenga un comportamiento deportivo, porque la relación de las marchas no es corta y está más enfocada a reducir el gasto de gasóleo, pero es más que suficiente para la mayoría de los conductores de este modelo, que buscan un coche familiar, con espacio suficiente, fácil de conducir y seguro.
El espacio que ofrece a los pasajeros y a su equipaje es más amplio, además de seguro, en comparación con la generación anterior.
Conductor y copiloto disfrutan de una zona muy amplia en la que predomina la horizontalidad y la ausencia de botones recargados que recorren la parte delantera.
El puesto de conducción es cómodo y ergonómico, con todo a la vista y al alcance de la mano, lo que es de agradecer ahora que está tan de moda la conectividad y el entretenimiento en los vehículos.
La amplitud también es la característica principal de la parte trasera, en la que el amplio túnel central resta comodidad a un quinto pasajero.
Debido a su clara vocación premium también se ofrecen asientos delanteros que se desplazan automáticamente hacia abajo y hacia atrás cuando se para el motor para facilitar el acceso y el descenso, o “head-up display”.
En conducción exigente el consumo medio que ha marcado el ordenador ha sido de 6,9 l/100 km. Si se opta por viajar de forma más placentera, pero sin renunciar a adelantamientos en carreteras de doble sentido, el gasto de gasóleo ha bajado hasta los 5,8 l/100 km. El consumo medio que la marca le ha homologado al SUV pequeño de Volkswagen es de 4,7 l/100 km, mientras que las emisiones son de 123 gr/km, una pena porque si estuviesen por debajo de los 120 gr/km el vehículo quedaría exento de pagar el impuesto de matriculación del 4,75 %.
En suma, Volkswagen ha mejorado en todos los aspectos la segunda generación del Tiguan, que está llamado a ser un importante pilar de ventas para la marca alemana. Es un coche que, en la actualidad, encaja a muchos usuarios de la carretera, especialmente a una familia que busque una alternativa a un monovolumen o break, o al aventurero que emplea el fin de semana para escapar de la rutina diaria.
Motor
Nuevo Tiguan, referencia de los SUV compactos
Dirigido especialmente a una familia que busque una alternativa a un monovolumen o break, o al aventurero que emplea el fin de semana para escapar de la rutina
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