Cerca de 8.000 familias han sido secuestradas y conducidas por el grupo terrorista Estado Islámico desde zonas periféricas hacia la ciudad iraquí de Mosul para intentar disuadir al Ejército iraquí de atacar sus posiciones, confirmó hoy la ONU.
Si se tiene en cuenta que cada familia iraquí tiene una media de seis miembros, se trata de más de 47.300 civiles que han sido secuestrados y obligados por los yihadistas a trasladarse a Mosul.
"Se trata de una cobarde estrategia para hacer inmunes ciertas zonas de las operaciones militares", declaró la portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani.