La XI Feria Internacional de la Aviación de Zhuhai (sur de China), principal del sector aéreo en el país, abrió hoy sus puertas con algunos de los mayores avances chinos en el aire, como el caza furtivo J-20, con el que Pekín desafía el tradicional potencial armamentístico de Rusia o EEUU.
Expertos del sector, aficionados y posibles compradores de armamento -entre ellos representantes de fuerzas aéreas de todo el mundo- visitan desde hoy hasta el domingo esta feria civil y militar, en la que el plato fuerte es el J-20, que hoy surcó los cielos públicamente por primera vez.
Dos cazas de este modelo pasaron en rasante y con un gran estruendo junto al recinto ferial de Zhuhai, ciudad vecina a Macao, ante miles de espectadores, ansiosos por captar con sus cámaras el nuevo adelanto técnico del ejército chino.
El J-20, segundo caza furtivo de quinta generación que desarrolla China, realizó su vuelo inaugural el 11 de enero de 2011, a modo de desafío durante una visita al país asiático del entonces secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, pero hasta ahora no había sido visto públicamente.
Los expertos comparan el nuevo caza chino con el F-22 Raptor, uno de los aviones furtivos más avanzados de la Fuerza Aérea estadounidense.
Desarrollado por CAIC (Chengdu Aircraft Industry Corporation), ha convertido a China en el tercer país tras EEUU y Rusia dotado con cazas furtivos tan avanzados, prácticamente indetectables por los radares convencionales y susceptibles de ser usados tanto como bombarderos como en combate.
Otro avión militar chino que debutó hoy públicamente fue el voluminoso Y-20, una aeronave de transporte militar capaz de trasladar hasta 200 toneladas, diseñado para llevar personal o carga a largas distancias e incluso en las condiciones más adversas.
El mastodóntico aparato despegó desde la misma pista que el J-20 y voló ante el público, en un día de intenso tráfico en los cielos de Zhuhai, ya que también hubo exhibiciones acrobáticas de pilotos militares de Rusia, Pakistán, China y Reino Unido (los míticos "Flechas Rojas", que nunca habían volado en este país).
También se estrenó en Zhuhai el caza chino J-10B, una remodelación del J-10 clásico utilizado precisamente en los vuelos acrobáticos de China, ahora mejorado con sistemas de radar más avanzados, sensores infrarrojos y capacidad para repostar en pleno vuelo.
El bombardero H-6K, y el avión de alerta temprana y control aerotransportado KJ-500 fueron otras estrellas de esta edición de la Feria, que incluye una sección de armamento terrestre con carros de combate, vehículos anfibios y otros armamentos fabricados por las firmas chinas China South y Norinco.
A caballo entre lo civil y lo militar, una sección de la feria muestra los aparatos que China ha desarrollado para sus programas espaciales, desde cápsulas de las naves tripuladas Shenzhou a réplicas de su estación espacial Tiangong o sus robots exploradores en la Luna y en Marte (donde el país espera llegar en 2020).
En el plano de la aviación comercial, las principales fabricantes de aviones y componentes mundiales, desde Boeing y Airbus a Lockheed, Embraer, Bombardier, Honeywell o la China AVIC, también están presentes en Zhuhai para mostrar desde grandes aviones a avionetas, helicópteros (algunos no tripulados) o drones.
Airbus muestra por primera vez en China su Airbus 350 XWB, primero de la firma europea en el que fuselaje y alas están íntegramente fabricados con polímero de fibra de carbono reforzado.
Un consorcio formado por la fabricante china COMAC y la rusa UAC presenta en la feria el nuevo C929, para 280 pasajeros y con una autonomía de 12.000 kilómetros, mientras la canadiense Bombardier estrena en Zhuhai su Serie C, diseñado para vuelos regionales, con pasajes de entre 100 y 150 viajeros.
AVIC, la mayor fabricante del gigante asiático, enseña en Zhuhai quizá uno de los modelos más esperados en aviación civil, el "Dragón de Mar" AG-600, un aparato que, con un tamaño comparable a un Boeing 737, es ya el mayor hidroavión del mundo.
La feria, junto con el torneo internacional de tenis que asimismo se celebra esta semana en Zhuhai, da cierto protagonismo nacional por unos días a esta ciudad vecina a Macao (las dos localidades son contiguas, sólo les separan los controles de pasaporte)
"Es el mayor espectáculo aéreo en China, muchos de los que vienen son gente normal que nunca ha tenido la oportunidad de estar a menos de una milla de un aparato, así que es una gran ocasión para que se acerquen a este mundo", explicó a Efe Thomas Shueh, un vendedor de avionetas chino-estadounidense participante en la feria.