Ya hay veredicto en el caso de asesinato con alevosía perpetrado en la barriada del Junquillo de La Línea el 30 de diciembre de 2013. El jurado, tras deliberar durante más de tres horas, ha llegado a la conclusión de que A.F.C. es culpable del asesinato con alevosía de J.D.R y de amenazas graves de muerte al testigo de los hechos.
En total han sido emitidos 7 votos a favor de la culpabilidad y dos abstenciones, en ambos cargos. Así, el juicio oral, que comenzó a celebrarse el lunes en la Audiencia Provincial de Algeciras el lunes, ha quedado visto para sentencia. Será ahora el presidente de la Sala quien dictamine la sentencia con la pena que se le impondrá a A.F.C.
El Ministerio Fiscal y los dos abogados de la acusación particular han rebajado la pena pedida inicialmente, que ha pasado de 18 años a 15 años y un día por el delito de asesinato, y de 2 años a 6 meses y un día por el delito de amenazas graves.
El abogado defensor, por su parte, ha pedido la rebaja de la pena considerando el "atenuante de embriaguez" a 3 años y nueve meses por el delito de asesinato y de 1 mes y seis días por el de amenazas graves.
En lo que respecta a la Responsabilidad Civil, Ministerio Fiscal y acusación particular reclaman una indemnización de 120.000 euros. La defensa, por su parte, solicita 25.000 euros.
El caso
Los hechos que han sido juzgados se cometieron en La Línea en diciembre de 2013. Víctima y condenado habían pasado toda la tarde y noche del 29 de diciembre tomando copas y consumiendo estupefacientes en una reñidero de peleas de gallos de La Línea y en un par de clubes de alterne de Guadacorte y Los Cortijillos.
Según ha mantenido durante el juicio oral el Ministerio Fiscal, basándose en la declaración del testigo principal, que estaba con víctima y acusado la noche de los hechos, A.F.C. habría subido a casa para coger dinero y continuar la fiesta. Ha mantenido que cuando regresó portaba una pistola en la mano y disparó a la cara de J.D.R., que estaba en una silla de ruedas por un accidente sufrido en moto hacía años. Cuando éste intentó huir, habría vuelto a dispararle en la cabeza, ya de espaldas. El testigo sostuvo ante el juez que lo amenazó de muerte si contaba algo de lo ocurrido.
El acusado, por su parte, testificó que él regresó a casa y no volvió a ver a la víctima mortal ni al testigo protegido. Aseguró que tras estar unos minutos en casa, fue a casa de un vecino donde pasó la noche hasta el amanecer y que no conoció lo ocurrido hasta varios días después, cuando se encontraba en Fuengirola pasando las fiestas navideñas en familia.
