El coordinador del PP catalán, Xavier García Albiol, considera que la 'cumbre' independentista convocada este viernes por el presidente catalán, Carles Puigdemont, es "una reunión en favor de la división, de la fractura social, del odio" pero también cree que, aunque tenga "cierta importancia mediática", "impacto social va a tener más bien poco".
En declaraciones a la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, ha opinado que en esta convocatoria hay "parte de peaje a la CUP", porque "Puigdemont está prisionero de los radicales antisistema", pero también cree que "no hace falta que le empujen demasiado".
Es más, cree que esta reunión a "la única genialidad" que se le ha ocurrido a la Generalitat porque "le cogió con el pie cambiado" la disposición del Gobierno al diálogo, que en cierto modo supone una "presión por parte del Gobierno de España", un llamamiento a moverse.
Albiol ha insistido en su apoyo a la nueva estrategia del Gobierno con Cataluña, que considera "muy inteligente", y ha explicado que no se trata de hacer "gestos" sino de "presencia del Estado en Cataluña". Eso, ha remarcado, no supone que el PP esté renunciando a sus principios.
UN DELEGADO DEL GOBIERNO CON PERFIL POLÍTICO
Así, ha tachado de "rotundamente falso" que él quisiera ser delegado del Gobierno en Cataluña. En cambio, ha saludado que, para visualizar esa presencia del Estado, haya un delegado "de perfil político, que sea la voz de España en Cataluña".
En cuanto a él, ha dicho que quiere trabajar para "ampliar la estructura y la acción política del PPC" y que tenga acción política propia, porque lo que no puede ser es "como ha pasado en otras épocas, que el PPC se convierta en portavoz, para lo bueno y para lo malo, del Gobierno de España".
Además, ha señalado que, ahora que se han estabilizado las cuentas, hay inversiones que son necesarias. Y ha hablado en concreto de Rodalies y del corredor mediterráneo, que, ha recalcado, beneficiaría a muchas comunidades, así que ha pedido tener una "visión general, y no localista, de las inversiones".
LA CAMPAÑA DE FIRMAS NO SE ENTENDIÓ
El actual coordinador del PPC no cree que fuese un error recurrir el Estatuto de 2006 ante el Tribunal Constitucional, como demuestra el hecho de que éste anulase algunos artículos. Sin embargo, sí admite que "con el paso del tiempo" se ha visto que la recogida de firmas contra él "no fue entendida por una parte de la sociedad catalana".
A su modo de ver, la apuesta por la independencia de CiU no tiene que ver con el recurso contra el Estatut y la posterior sentencia, por mucho que lo "repitan como un mantra", y de hecho en 2010 CiU pactó con el Gobierno y en Cataluña con el PPC.
El origen, ha opinado, es la crisis económica, y la decisión del presidente catalán, Artur Mas, de "disfrazar su irresponsabilidad echando la culpa al Gobierno de España por falta de recursos", presentándose en Moncloa para pedir más financiación. Es más, ha dicho que en 2011 un diputado y actual miembro del Govern le confesó que "mientras se habla de independencia no se habla de recortes".
