Felipe VI ha expresado hoy su deseo de que la recuperación económica se consolide con el fin de que se puedan "corregir las desigualdades" derivadas de la crisis, "fortalecer la cohesión social" y crear "mucho más empleo y de calidad".
"Vivimos con la esperanza de la recuperación que ya hemos iniciado", ha proclamado el Rey en su tradicional mensaje de Navidad a la hora de reflexionar sobre la situación económica en España.
Además de crear "mucho más empleo y de calidad", Don Felipe ha considerado preciso restañar las heridas sociales que generaron los "grandes sacrificios" impuestos por el periodo de recesión.
Desde su despacho del Palacio de la Zarzuela, ha pedido "corregir las desigualdades de una crisis tan profunda" como la vivida y "fortalecer, en general, la cohesión social, que es una garantía para asegurar la estabilidad y el equilibrio" en la ciudadanía.
Ha remarcado la importancia de que muchas familias puedan recuperar su nivel de vida y de que los jóvenes puedan "tener oportunidades de futuro, de ilusión y de confianza".
También ha deseado que los más desfavorecidos "tengan la certeza de que no se quedarán en la soledad del camino que España tiene que recorrer en el siglo XXI".
Para el jefe del Estado, la reacción mostrada por los españoles, también los que viven fuera, para superar la crisis es un motivo para sentirse "auténticamente orgullosos".
También es una razón para la esperanza, ha proseguido don Felipe, para quien "una sociedad que mantenga estas actitudes, estas convicciones y estos valores no puede tenerle miedo al futuro".
"Estoy seguro de que nuestra memoria colectiva reservará un lugar de honor en la historia para estos tiempos de sacrificio y abnegación, pero también de generosidad y superación", ha dicho convencido.
De los empleados públicos, de las fuerzas de seguridad y de quienes contribuyen al avance de la ciencia y al enriquecimiento a la cultura, el Rey ha querido resaltar su "extraordinaria vocación de servicio a la comunidad" y su aportación a la imagen de España.
Tras poner en valor el papel de la familia, "porque su ayuda ha permitido a muchos sobrellevar los peores momentos", ha elogiado el esfuerzo de trabajadores y profesionales que "sin desfallecer, ni resignarse", sostienen con "gran dignidad y coraje a sus familias, sus vidas y sus trabajos".
Ante los retos a los que se enfrenta el país, el monarca ha querido detenerse en el tecnológico y en los cambios que ha provocado en las relaciones y las formas de comunicarse.
A su juicio, "no se trata a solo de una revolución tecnológica", sino que es "algo mucho más profundo", por lo que es preciso "adaptarse a esa nueva realidad imparable" y desarrollar al máximo las habilidades en ámbitos como la ciencia, la economía o la cultura.
"No debemos esperar a que esa nueva realidad se imponga sobre nosotros. Tengamos en cambio, la fuerza y el empuje suficientes como país para anticiparnos y asumir el protagonismo necesario en la nueva era que se abre ante nosotros", ha espoleado.
En esta tarea, Felipe VI ha considerado primordial la educación, que "asegure y actualice permanentemente los conocimientos", pero que también "forme en lenguas y en cultura, en civismo y en valores y que prepare a los jóvenes para ser ciudadanos de este nuevo mundo más libres y más capaces".
También una educación que fomente la investigación y la innovación, que promueva la creatividad y el espíritu emprendedor, ha completado el jefe del Estado en su discurso navideño.
