No todos los años se puede celebrar la apertura de nuevas instalaciones deportivas en la ciudad. Lo cierto es que para encontrar esa noticia hacen falta varios años para que desde que se demanda, se da forma y finalmente se lleva a cabo puede tardar cinco, seis, siete u ocho años. Es la realidad con la que conviven, no ahora, siempre, los deportistas portuenses.
Exiguas instalaciones y pocas vías para que éstas se incrementen, mejore las actuales y den así respuesta a las disciplinas deportivas, que ven cómo se suceden las promesas sin que se cumplan.
El pabellón de la Angelita Alta, que aún aguarda su denominación final, ha visto cómo tras su inauguración el pasado mes de enero, aún sigue sin estar a pleno rendimiento.
Y es que después de ocho años de retraso y mil y un problemas entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía, el ascensor de éste ha estado inutilizado hasta que en noviembre -diez meses después- se cerrara el contrato y la inversión de 3.000 euros para que enero, un año después de abrir sus puertas, esté operativo.
Apagones deportivos
El año termina con una noticia a destacar y positiva como ha sido el nombramiento de la Ciudad Deportiva a Rafael Sánchez, persona querida y respetada en el mundo del fútbol base y que ve así su reconocimiento a toda una vida entregada al deporte formativo.
Precisamente, la Ciudad Deportiva vivió uno de los episodios que han quedado marcados en este tramo anual, al quedar sin luz sus instalaciones y dejar sin entrenamiento a los deportistas que hasta allí se desplazaron.
Los impagos del Ayuntamiento a la compañía eléctrica también sufrió los desmanes de luz que viene padeciendo la ciudad tanto en las dependencias municipales, como así también en los distintos barrios portuenses, donde el tema lumínico sigue trayendo dolores de cabeza.
Un estadio en la ruina
Ni que decir tiene que la apertura del estadio José del Cuvillo es otra de las eternas promesas tanto electorales como actuales del equipo de Gobierno que mantienen todavía las puertas cerradas las instalaciones de Valdelagrana.
Las intenciones de unos y otros de solventar una solución se ha topado con la burocracia judicial y la problemática de viabilidad a un entramado complejo y difícil en su ejecución final.
El Cuvillo permanece cerrado a cal y canto desde el pasado 20 de octubre de 2013 cuando la administración concursal que lleva el Racing Club Portuense decidiera unilateralmente clausurarlo. Así está desde entonces.
El tiempo pasa y el limbo en el que se encuentra hace mella en un recinto que languidece y se deteriora aún más con el paso de los años. El ‘rescate’ con el que desde Urbanismo pretendían dar viabilidad económica y anunciado en octubre, sigue esperando.
En los primeros meses de 2017 verá la luz, y con seis meses de atraso y con 292.668,94 euros de presupuesto, el césped artificial de la Ciudad Deportiva que debiera dar respuesta a las demandas que se han alargado en el tiempo desde que comenzara la presente legislatura.
