El telón del Falla se levantó y con él todo un mes por delante de ilusión ante el Carnaval del cambio. Había ganas de empezar a oír las primeras coplas en las tablas ante unas modificaciones que intentan impregnar dinamismo y agilidad a un Concurso que pedía a gritos unas variaciones que debieran tener su balance final una vez acabe éste.
Ganas de Carnaval que se demostró con el ambiente del animoso público que salvó la calidad de una sesión que encontró en su estreno más por un público fiel y predispuesto, que la calidad de las agrupaciones que pasaron por las tablas. Detalles que empezarán a convertirse en noticia cuando se encamine el discurrir del Concurso con el paso de los días.
Una noche rara al no escucharse un tango que defina la fiesta. Fue el ausente. Al igual que colocar el cabeza de serie en última posición, que mantuvo caldeado el ambiente. El cierre lo puso Germán Rendón con su nueva edición de OBDC, que floreció con una musicalidad que encandiló al respetable que embelesado disfrutó por entero de principio al fin con una actuación que crecerá y crecerá.
No será la última flor de una comparsa que busca como pocas hacerse con un sitio. El nombre ya lo tiene, su buen gusto lo demostró con un repertorio dulce.