El sindicato CSIF ha alertado de la “saturación” en los comedores escolares de la provincia de Huelva y del aumento de la ratio de comensales por trabajador como consecuencia de la falta de personal. La central sindical ha denunciado cómo a pesar del incremento del número de alumnos que acuden al servicio de comida de los centros, las plantillas son prácticamente las mismas desde la década de los ochenta (después de casi 30 años) cuando se pusieron en marcha los comedores escolares.
Según CSIF, la Junta de Andalucía “tiene abandonados” estos centros al negarse a aumentar el personal y a cubrir las vacantes y las bajas por incapacidad temporal, lo que ha derivado en una masificación de los comedores que “está poniendo en riesgo su buen funcionamiento” tal y como ha constatado CSIF tras visitar los centros escolares de la provincia de Huelva. Según los datos recabados, la ratio de comensales por trabajador ha aumentado debido a la escasez de plantillas. La normativa andaluza establece que el personal de cocina tiene que estar formado por un ayudante por centro sumándole uno más por cada fracción de 90 comensales, algo que en la práctica no se cumple.
En los centros de El Andévalo y la Campiña, donde se superan los 120 alumnos en el servicio de comedor, la plantilla está conformada por un auxiliar y un ayudante de cocina. En los comedores de la zona costera, con más de 200 usuarios, hay tres ayudantes pero como se supera la ratio de comensales habría que contratar a uno más.
En Palos de la Frontera, donde se superan los 300 alumnos, hay dos auxiliares de cocina y tres ayudantes, sin embargo uno de ellos está desplazado a otro centro. Un ejemplo más que destaca CSIF es el colegio de E.I. Sagrada Familia, que tiene un total de 100 alumnos comensales y entre su personal solamente hay un auxiliar de cocina y un ayudante, considerando además que en este centro, por sus necesidades educativas especiales, se tienen que elaborar varias dietas diferentes.
Se da el caso, además, de que todos estos comedores están acogidos al Plan Extraordinario de Solidaridad y Garantía Alimentaria, conocido como el programa Ningún niño sin tres comidas diarias, que persigue garantizar las necesidades alimentarias básicas de personas y familias en situación de exclusión social o en riesgo de estarlo. Esto significa que los trabajadores de los comedores escolares tienen que preparar, además, bolsas con los desayunos y las meriendas para los alumnos afectados.
Asimismo -precisa CSIF- el personal tiene que hacerse cargo del control de los alimentos y del agua, la elaboración de los menús, la recogida de muestras diarias, hacer el inventario o contactar con los proveedores, entre otras funciones asociadas al servicio de comedor. Estos mismos trabajadores de la Junta también tienen que doblar turnos ya que la capacidad de los comedores es menor al número de comensales que se reciben porque muchos alumnos de centros cercanos también acuden al servicio de comidas.
El sindicato CSIF también ha comprobado cómo los comedores están “al límite” en cuanto al número de alumnos ya que en muchos de ellos no hay espacio para que pase el carro de comida por los pasillos. Por este motivo, los trabajadores tienen que llevar las bandejas en la mano y, al finalizar, recoger los enseres con la misma dificultad. La mayoría del personal de esta categoría supera los cincuenta años y actualmente tienen problemas de salud a consecuencia del esfuerzo que tienen que realizar por la sobrecarga de trabajo.
Ante esta situación, la central sindical subraya cómo “los comedores escolares siguen funcionando, a pesar de su masificación, gracias a la profesionalidad y la dedicación de los trabajadores pero están en una situación límite después de años de ninguneo de la Junta”.
Por todo ello, CSIF se pregunta cuánto tiempo va a esperar la Administración para cubrir las plazas necesarias y recuerda que “en estos momentos estamos esperando el concurso de traslado del personal laboral por lo que se producirán cambios en las plantillas y, con ello, quedarán plazas vacantes dentro de este colectivo”.
Privatización
Este “abandono” por parte de la Junta esconde -según CSIF- “la intención de privatizar los servicios de comidas en los centros escolares para ceder su gestión a empresas de catering”. En la provincia de Huelva, tan sólo una veintena de centros escolares conserva la gestión directa en los comedores -frente a los 92 que funcionan a través de catering- después de que la Junta la haya cedido a empresas externas subcontratadas. Todo ello, asegura CSIF, “va en detrimento de la calidad de la comida que se sirve a los alumnos” además de “acabar con el carácter público del servicio de comedores”. En este sentido, la central sindical insiste en que ese abandono es en muchas ocasiones deliberado “para tener la excusa de privatizarlos”.