El presidente de Emasa, David Navarro, anunció que ya está realizado el estudio técnico para la prolongación de la zona azul desde el Paseo hasta la playa de Cortadura. Según Navarro, se tenía que analizar el coste económico de esta iniciativa de Horeca, para los usuarios de la playa y de los dos establecimientos: el Nahú y el ventorrillo El Chato.
Dicho estudio, en estos momentos, sólo está pendiente de la decisión que se tome a nivel político.
El presidente de Horeca, Antonio de María Ceballos, recordó cuando se propuso la zona azul en el Paseo Marítimo, hubo muchas críticas por parte de alguna asociación de vecinos, pero “luego todas las valoraciones han sido positivas”. La propuesta de ahora se inspira en el mismo ánimo.
Navarro matizó que entre las acciones que habría que llevar a cabo está solicitar el permiso tanto de Costas como de la propia Demarcación de Carreteras. A este hecho añadió que conllevaría también una inversión por parte de la empresa municipal de aparcmientos (Emasa).
No obstante, considera que es un poco “tarde” para ponerla en marcha de cara al verano, a la vez que incidió en la “repercusión política que tiene la zona azul”, que tiene unas connotaciones como medida recaudatoria.
Desde el Gobierno local se aclara que “había que replantearse las zonas azules, sus beneficios para la hostelería, las plazas de aparcamientos, o cómo afecta a los pisos de alquiler”.
Poblado
Por otro lado, el presidente de Horeca criticó por otro lado que en la playa de Cortadura se haya generado un asentamiento, una especie de “zona de acampada como con chozas, que parece un poblado” y que a juicio de De María se debería “prohibir”.
No obstante, plantea como alternativa al Ayuntamiento que se estudie la creación de una zona de acampada en la ciudad, para que se regule en condiciones.
