Esta semana se ha podido cómo los bomberos actuaban en el colegio Maestro Juan Apresa, y no precisamente para apagar un fuego, sino para retirar los elementos desprendidos de las cornisas del edificio ante su peligro de derrumbe. De hecho, durante los últimos meses se viene apreciando como de vez en cuando cae algún cascote. El hierro del emparrillado de las cornisas se oxida con el tiempo causando daños en la estructura de hormigón, que acaba cayendo. El mismo episodio se vivió en colegios como Riofrío o Juan XXIII de Jédula no hace mucho, lo cual requirió igualmente una rápida actuación para evitar una desgracia.
Por lo pronto, y como medida de seguridad, los alumnos del Maestro Juan Apresa no han podido transitar por determinadas zonas del centro educativo, ya que la tarea de los bomberos consistía precisamente en romper a propósito los elementos semidesprendidos de la cornisa para evitar que cayeran sobre un alumno o profesor.
El Ayuntamiento de Arcos, consciente de la situación, envió a algunos operarios para facilitar las tareas de los bomberos, cuyos servicios fueron igualmente requeridos por el Consistorio, así como a sus técnicos para comprobar la magnitud de los desprendimientos y elaborar un informe a tal efecto.
En este caso no se podría tratar de una situación derivada de la falta de mantenimiento de las instalaciones, pues salvo las tareas de pintura no se suelen realizar otras mejoras. No así del lógico desgaste que causa el tiempo en este tipo de infraestructuras.
Según ha señalado la delegada municipal de Educación, Ana Carrera, “en todo momento se está dando máxima prioridad a la seguridad de la comunidad educativa, especialmente de los alumnos”. Carrera asegura estar en contacto con la dirección y con la AMPA para coordinar estas medidas de seguridad.
Asimismo, el martes también se aprobaba en el seno de la Junta de Gobierno local el proyecto de actuación para el arreglo de la cornisa deteriorada.
Aunque no se ha confirmado, el informe podría ser enviado a la Consejería de Educación buscando una rápida actuación y la correspondientes financiación que terminen con este problema urbanístico que ha dado más de un dolor de cabeza a la comunidad educativa del CEIP Maestro Juan Apresa. Por lo pronto, el Ayuntamiento ya sabe por dónde y cómo actuar.
