La Audiencia de Sevilla ha comenzado hoy un juicio contra un hombre de 35 años que confesó que estranguló a su mujer en un coche abandonado en el aparcamiento del aeropuerto de Sevilla y luego se arrepintió, según ha explicado su abogada a los miembros del jurado.
Por estos hechos, que ocurrieron el 1 de junio de 2016, la Fiscalía le pide 18 años de cárcel y ha recordado que se trata de un asesino confeso de un asesinato machista, mientras que su abogada solicita la libre absolución.
El juicio ha comenzado con la constitución del jurado popular encargado de decidir en este caso y mañana está previsto que declare el acusado, T.E., de nacionalidad rumana y con el que la víctima, de 33 años y del mismo país, tuvo dos hijos en común, de 14 y 13 años.
La Fiscalía, que considera los hechos como un asesinato con la atenuante de confesión y la agravante de parentesco, ha explicado que la mujer había llegado el 26 de mayo a Sevilla desde Italia, donde trabajaba.
Ambos pasaron varios días en Huelva y ella tenía previsto regresar a Italia el 31 de mayo "sin poder ver a sus hijos", indica la Fiscalía.
Los menores estaban en Motilla del Palancar (Cuenca) con una hermana del acusado, que tras el crimen tiene la custodia legal de los menores.
Los niños estaban con el familiar el día de los hechos ya que el hombre "no se podía hacer cargo de ellos" porque estaba trabajando en el circo Roma, en esas fechas ubicado en Corrales (Huelva).
La mañana del 31 de mayo, la pareja se dirigió al aeropuerto de Sevilla para que ella regresara a Italia, aunque perdió el vuelo, lo que provocó una discusión "acalorada" entre ambos, según la Fiscalía.
Durante todo el día, ambos gestionaron la compra de un nuevo billete hasta que a las 21.53 horas se fueron a un aparcamiento para pasar la noche en un coche abandonado, donde volvieron a discutir hasta que el acusado le estranguló con una cuerda fina que encontró mientras él estaba en el asiento de detrás y ella en el del copiloto, añade la Fiscalía.
El ataque se produjo "de forma sorpresiva y por la espalda", provocó la muerte de la mujer por asfixia y también le fracturó un hueso del cuello (asta tiroidea derecha) por la fuerza ejercida, precisa la acusación pública.
Tras el crimen, a las 03.30 horas del 1 de mayo la sacó en brazos del coche, la colocó en el asiento trasero y la tapó con el fieltro del techo del vehículo, según la Fiscalía.
Veinte minutos después de ocultar el cadáver, huyó del lugar, se llevó el teléfono de su mujer y el suyo, cuyas tarjetas destruyó, y también se apoderó de la documentación de la víctima y de la cuerda que usó para estrangularla, con la que le provocó un surco de 27,5 centímetros de longitud en el cuello.
Más tarde se fue en autoestop hasta Bollullos Par del Condado (Huelva), donde estuvo "vagando" todo el día hasta que a las 21.10 horas confesó el crimen a los agentes de la Policía Local y guió a los investigadores al lugar en el que había matado a su mujer.
La Fiscalía también pide que al acusado se le prive de la patria potestad de sus dos hijos durante siete años, que no se aproxime a menos de 300 metros de ambos y que les indemnice con 180.000 euros por daños morales.