El nobel de la Paz y disidente chino Liu Xiaobo continúa en cuidados intensivos después de sufrir un fallo multiorgánico, informó hoy el hospital donde está ingresado.
La función hepática de Liu, que sufre un cáncer de hígado en estado terminal, se ha deteriorado más, mientras los niveles de bilirrubina siguen aumentando, explicó el centro sanitario de Shenyang (norte del país), en un breve comunicado.
El martes, el equipo médico local que le trata detalló que el disidente sufría de infección abdominal, peritonitis, disfunción orgánica y choque séptico, un estado anormal que puede causar la muerte.
El último parte médico llega en medio de las críticas de la comunidad internacional, que presionan a Pekín para que libere al nobel y a su esposa, Liu Xia, y puedan buscar ayuda médica en el extranjero como desean.
Ambos se encuentran bajo estricta vigilancia en el hospital, junto a un grupo reducido de familiares, quienes también están bajo el control de las autoridades, precisaron a Efe allegados de la familia.
Ante las constantes peticiones de países como EEUU o Alemania, u organizaciones en defensa de los derechos humanos, medios oficiales como el Global Times, ligado al gobernante Partido Comunista, ha considerado en diversos artículos que "fuerzas occidentales" están politizando el asunto con motivos ulteriores.
"Lo que les importa no es el tratamiento de Liu, es trasladarle al extranjero. Es una farsa política", denuncia hoy el medio en un nuevo editorial sobre el tema.
Un grupo de voluntarios formado por amigos de Liu Xiaobo y activistas de China continental, la región especial de Hong Kong y Taiwán comenzó una petición en Change.org (página censurada en el país asiático) para pedir la liberación del renombrado disidente que ha acumulado más de 34.000 firmas en diez días, según un comunicado publicado hoy.
"La respuesta (que ha recibido la petición) subraya la preocupación y los reclamos sobre Liu Xiaobo de personas alrededor del mundo. También, no obstante, refleja la injusticia y la crueldad de las autoridades chinas, que han permanecido impasibles", consideran los promotores de esta iniciativa.
El nobel de la Paz, de 61 años, fue trasladado de la cárcel en la que había permanecido casi 9 años al hospital a principios de junio, después de que fuera diagnosticado con un cáncer de hígado terminal.
Liu fue detenido en diciembre de 2008 y condenado el día de Navidad de 2009 a 11 años de prisión por "incitar a la subversión", tras haber ayudado a redactar un manifiesto político que pedía reformas democráticas y el respeto a derechos recogidos en la Constitución china, como la libertad de expresión.