El pasado jueves 20 de julio, día del 147 aniversario de nuestra ciudad, en lugar de recibir un buen regalo de cumpleaños traducido en medidas estatales eficaces para remediar su drástica y agonizante situación, La Línea recibió, como por desgracia ya es habitual, otro varapalo de grandes proporciones traducido en un menosprecio y un falta de consideración que de ninguna forma los linenses tendríamos ya que soportar.
Nos referimos a la reunión sobre el Brexit del pasado jueves en el palacio de Santa Cruz convocada por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, a la que fueron invitados el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, el presidente de la Mancomunidad, Luis Ángel Fernández y, por último, el portavoz del PP en la Corporación Municipal de La Línea, Ignacio Macías, quizás invitado postrero para simplemente cubrir el expediente. El gran ausente: el ninguneado alcalde Juan Franco al que no se consideró que debía participar en esta importante reunión en la que indudablemente se debió hablar mucho de la frontera, de los trabajadores transfronterizos, dicho sea de paso, la mayoría linenses, y del estado de la propia ciudad. Se trata de un hecho grave por el consiguiente desaire a los ciudadanos linenses puesto que, nos gusten o no nos gusten sus actuaciones a nivel municipal, es el representante de la ciudad y debería haber estado allí defendiendo nuestros intereses. Al sr. alcalde sus socios del PP no le quieren para tratar asuntos importantes como el Brexit.
Cierto es que Juan Franco ha protestado, pero con la “boquita chica”, diciendo en sus declaraciones “que no lo acaba de comprender y que le parece una falta de tacto”. Sr. Alcalde, ¿llama usted falta de tacto a esta humillación, a este desprestigio hacia el pueblo de La Línea del que es su representante? ¿No tiene la sensación de que cuando el ministro hable con usted en un futuro, ya estará todo bien atado?
El Grupo Municipal Socialista cree que sí, que ya estará todo acordado a espaldas de La Línea y que poco o muy poco de esos futuros planes contra el Brexit nos llegarán. Esta situación ya es reincidente, si recordamos la historia de las últimas décadas, al final todos los planes de mejora se quedarán en el Príncipe Alfonso, a las puertas de nuestra ciudad.
El sr. alcalde, tiene que reflexionar, tiene que darse cuenta de que sus socios del PP lo utilizan como quieren para sus intereses, tiene que darse cuenta de que ellos trazan las posibles estrategias para reconducir las potenciales ayudas estatales frente al Brexit que puedan llegar a la comarca. Y no debe olvidar que un alcalde sí que estaba allí en la reunión para obtener beneficios para su pueblo.
¡Basta ya de tanta desconsideración, de tanto ninguneo hacia La Línea! ¡Es hora de que los linenses exijan ya lo que les corresponde por tantos años de menosprecio! ¡Ya está bien de que se nos rechace y se nos postergue!