El gobernante nicaragüense, que presidió ese acto sandinista, hizo un llamamiento a las fuerzas políticas opositoras de este país a trabajar “para tener una mejor Constitución”.
Ortega sugirió reformar la Constitución para establecer la figura de referendo revocatorio, que otorgue potestad a los nicaragüenses de decidir, cuando quieran, si reeligen al presidente, legisladores, alcaldes u otras autoridades de elección popular, o si los sacan del poder.
“Si vamos a ser justos y parejos, que el derecho de reelección sea para todos y que el pueblo, con su voto, premie o castigue”, subrayó el mandatario, tras criticar a los diputados por oponerse a una reforma constitucional que permita la reelección presidencial consecutiva.
Ortega dejó entrever que impulsará una encuesta, similar a la que se habría realizado en Honduras el 28 de junio, cuando fue derrocado el presidente Manuel Zelaya, para preguntar a la población si desean que se incluya la figura de referendo revocatorio en la Carta Magna.
“Aquí se puede hacer (esa consulta) sin ningún temor, porque podemos ir a una referendo, a una votación de ese tipo, y el pueblo podrá votar libremente, porque aquí el Ejército no lo va a reprimir, sino que va a proteger (a la población), al igual que la policía”, dijo el líder sandinista.
Ortega gregó que esa posibilidad, de la que no dio detalles de cuando lo hará y si pedirá el permiso del Congreso, “son cuestiones que están totalmente dentro de la lógica constitucional, del derecho, y es necesario entregarle ese derecho al pueblo”.
El presidente confirmó así su interés en reformar la Constitución para establecer la reelección presidencial indefinida, que abiertamente persigue, y cambiar el sistema político presidencialista por uno parlamentario.