El comité de empresa del servicio de ayuda a domicilio ha forzado una reunión con la delegada de Acción Social, Carmen Collado, con la que este viernes se sentarán para dar cuenta del malestar que arrastra la plantilla por el “incumplimiento” de los compromisos adquiridos por su Gobierno tras la municipalización del servicio, que desde el pasado enero depende de la empresa municipal Comujesa.
Este jueves volvían a concentrarse por segunda vez en apenas 15 días, en este caso a las puertas del Consejo Regulador de Vinos donde se celebraba una cata por la Semana del Mayor para denunciar que el servicio “se está gestionando mal y como si fuera una empresa privada, creando trabajo y servicios precarios y sin dar dignidad a los compañeros”, denuncia la presidenta del comité, Esther Hidalgo.
En este sentido, además de calificar de “tomadura de pelo” la “negociación” iniciada en abril con el Gobierno local del convenio colectivo, que actualmente está paralizada, reprochan al Ayuntamiento que “no cumpla con su parte” mientras que la plantilla, que actualmente roza las 400 personas, sí lo está haciendo “para que los números cuadren”.
Salarios “irrisorios”
Así, tal y como expone Hidalgo, desde comienzos de año han pasado a trabajar de 35 a 37,5 horas semanales, como el resto de la plantilla municipal, sin contraprestación alguna de los compromisos contraídos para “dignificar” el servicio, empezando por comenzar a completar “paulatinamente” las jornadas de la plantilla, pues de los casi 400 solo 165 tienen jornada completa con sueldos “irrisorios” puesto que, como señaló, “aquí no hay nadie que gane 1.000 euros; no somos ni mileuristas”.
De otro lado, tal y como denuncian, el ahorro prometido por la remunicipalización tampoco está revirtiendo en la adquisición de medios, como camas articuladas, grúas o contrataciones de fisioterapeutas. “No se nos da el trato que nos merecemos ni se reconoce la valía de este trabajo”, lamentan
