La Asociacion de Vecinos Los Andes entregó los galardones en un acto en el restaurante Doña Clara, junto al histórico Bar Heliópolis, más conocido como Bar Avelino. El presidente de Los Andes, Juan Luis Manfredi Mayoral, presidió el almuerzo y posterior acto de entrega de los galardones.
Fue Julio Moreno el que intervino en primer lugar y, en un discurso emocionado, aseguró que aunque no nació en el barrio, lo hizo en el de Los Remedios, fue a muy temprana edad que ya sintió vínculos con Heliópolis, como años después se ratificaría, mudándose al barrio, donde vive desde hace varias décadas.
Moreno es licenciado en Derecho pero sobre todo es un empresario de hostelería más que conocido, y reconocido, en Sevilla. Entre los bares míticos que creó, junto a su hermano José, se pueden nombrar el Wind, abierto en 1982 y uno de los locales que cambiaron la estética y la forma de tomar copas en la noche sevillana. Poco más tarde vio la luz Can-Cun, en la Avenida de Reina Mercedes, un espacio que lo acercó al barrio que ahora lo homenajea. Llegaron otros locales míticos como Dolby, EM, Trópico, Líbano y Malandar.
Un apartado especial merece el Bar Avelino. Corrían los últimos años de los 80 y los hermanos Moreno llegaron a un acuerdo con Engracia Álvarez, beneficiaria del espacio, para gestionar tan original e histórico bar. Pocos años después Julio se quedó en solitario con la gestión y desde entonces continua la historia, siempre vinculada a Heliópolis, del Bar Avelino.
Después de agradecer y hacer un recorrido por su vida y el barrio, Moreno ofreció la palabra a Maribel Bermudo. La abuela Maribel, como cariñosamente la llamamos los que tenemos el enorme honor de conocerla, es una mujer admirable. Tras agradecer a la asociación la distinción, aseguró:“He cumplido 82 años. Soy de las primeras niñas que vivió en Heliópolis. Nací en el año 1935, la segunda hija de Manuel Bermudo Ortega y Concha Ruiz de Castro Pérez, matrimonio que se estableció en los entonces llamados Hotelitos del Guadalquivir en la calle Ecuador número 8, poco después de finalizada la Exposición Iberoamericana de 1929”.
También quiso tener un emocionado recuerdo al que fue su marido, José Antonio Blázquez, toda una institución en el periodismo sevillano. Memorables son sus crónicas deportivas y de espectáculos flamencos. El matrimonio, tras vivir algunos años en las calles Pedro de León y Marqués del Nervión, en 1971 regresó a Heliópolis. Primero a la calle Paraguay nº 36 y poco después a Panamá 10, con seis hijos: Manolo, José Antonio, Javier, Juan Luis, Guillermo y May.
Maribel Bermudo ha sido, además de una madre ejemplar una mujer trabajadora, en varias etapas. “Tuve mis primeras ocupaciones de trabajo en la Biblioteca del Ayuntamiento y en la Biblioteca de la Universidad y después en el Instituto de la Grasa, en la calle Padre García Tejero. Volví a la vida laboral, después de varios años, en la Estación Biológica de Doñana, por entonces sita en la calle Paraguay 1, muy conocida entonces por la hiena que habitaba en el jardín. Con José Antonio Valverde, Javier Castroviejo, Miguel Delibes De Castro, Don Peter y mis compañeras Guille, Nachi y Carolina, las tres vecinas también del barrio. Después seguí trabajando, en esta misma institución del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en el Pabellón del Perú, hasta mi jubilación en el año 2000”, comentó.