"En España son muy pocos los actores que pueden elegir un papel". Esta reflexión se corresponde con la de uno de los rostros más populares de las artes escénicas nacionales, el actor andaluz Antonio Dechent, protagonista de decenas de películas, series de televisión y obras de teatro.
En una entrevista con Efe en Ceuta, donde anoche representó la obra "Otelo", Antonio Dechent (Sevilla, 1960) ha manifestado que "esto es un trabajo como cualquier otro, no hay que ponerse medallas por salir en los carteles, yo me gano un sueldo para llevárselo a mi familia y eso es lo importante, nada más".
No quiere analizar la situación a nivel nacional pero sí puntualiza que "es una profesión muy solitaria, por eso se agradece tanto cuando alguien te reconoce por la calle porque, en el fondo, es un trabajo solitario".
"Me siento orgulloso de mi propia integridad porque nunca me he casado con nadie y a pesar de eso sigo estando aquí, es una carrera de fondo, no consiste en llegar, petarlo, estar dos años de portadas de revista y quedarte en el camino", ha afirmado.
Antonio Dechent sí entiende que hay factores que han influido y golpeado a las artes escénicas en general. "La crisis, la renovaciones de las televisiones privadas ... todo esto empezó a traer un montón de gente nueva y hay muchísimos que se han quedado por el camino".
El actor ha dicho que "ahora, en el cine, hacen falta otros quince años para que la gente que está ahora vuelva donde estábamos antes porque han cortado como una generación que eran los que hacían de todo".
En su opinión, "echo un poco de menos el actor que muestra sus trucos, es decir, me divierten mucho esos actores y de ellos cada vez hay menos porque estamos cada vez más buscando la verdad pero al final la verdad no se oye".
Junto con actores como Josu Eguskiza, Paco Luna o Juan Luis Corrientes, se encuentra de gira nacional con la obra "Otelo" de la compañía Clásicos Contemporáneos.
"Para un actor interpretar a Otelo es un sufrimiento maravilloso, es un personaje donde el actor tiene que sufrir para comunicar lo que ha escrito Shakespeare, lo cual no es agradable por un lado pero por otro cuando lo consigues te sientes lleno", ha expresado.
En este sentido, el andaluz ha valorado que ser "cabeza de cartel" es algo que le ha acompañado en su trayectoria. "Igual que en el audiovisual empecé como secundarios y papeles muy cortos, en el teatro empecé por la puerta grande y nunca, por lo que sea, me han ofrecido otra cosa que no sea el 'capo cómico' como se decía, es decir, el jefe de los cómicos".
No obstante, la responsabilidad le llega en esta obra porque "estamos hablando de William Shakespeare, uno de los maestros, y cada frase se puede decir de veinte maneras y hay que encontrar la adecuada y cada frase puede significar una cosa y la contraria a la vez".
El andaluz ha reconocido a Efe que en la actualidad vive un buen momento profesional. "Este año he hecho ocho largometrajes, dos series, estoy protagonizando Otelo y, aparte, busco tiempo para participar en cortos de gente que empieza, para ayudar".
El elevado número de papeles no le produce "ningún agobio ni siquiera siento que estoy trabajando tanto porque como soy vocacional y esta es mi vida, disfruto muchísimo con el trabajo y, como decía un actor, como fuera de casa en ningún sitio" (risas).
"Siempre es una intriga visitar un sitio por primera vez para ver si el público es agradable y vamos a ser capaces de comunicarles la pasión que hemos puesto en esta función", ha comentado en relación a su primera actuación en Ceuta.
Y su última reflexión la tiene clara: "uno no puede ir al teatro o ver una gran película y salir igual, porque las emociones deben repetirse y eso significa que una obra ha dejado poso, es decir, hay que encontrar magia y salir durante una hora y media de la vida cotidiana y viajar a otro mundo".