La iglesia del Carmen acogió este sábado día 16 la celebración de la tradicional misa católica de Adviento, Rorate Caeli, la primera que se celebra en este siglo XXI y después de más de medio siglo sin celebración según el rito tradicional.
La celebración estuvo presidida por Fray Joaquín Pacheco Galán, guardián del convento franciscano de Lucena, en Córdoba, y que anteriormente, en su etapa sevillana, fue director espiritual de la hermandad del Valle de Sevilla, durante muchos años. La ceremonia comenzó a las 7.30 horas de la mañana. Se trataba de recuperar una tradición católica para el Adviento como es celebrar durante los sábados de este tiempo litúrgico la misa. Esta eucaristía se celebró a oscuras, sin luz, sólo la que aportaban los numerosos candelabros dispuestos en el altar y el presbiterio, y por las candelas blancas que sostenían los fieles en la mano. Previo al inicio, se repartieron velotes blancos.
El sentido de esta celebración es que el Adviento es tiempo de preparación a la fiesta del nacimiento de Cristo, y con la Virgen se prepara la llegada del que es la Luz y viene a disipar las tinieblas y a iluminar en gracia y santidad.
La misa Rorate Caeli comienza tradicionalmente antes del amanecer y de ahí que comenzara a las 7.30 horas. Por tratarse de una misa votiva en honor de la Virgen María, y por estar dentro de la octava de la Inmaculada, el sacerdote se revistió con ornamentos celestes en lugar del morado, color penitencial propio del Adviento. Una veintena de fieles acudieron puntuales para esta celebración de la misa en latín, segunda que se celebra en San Fernando en este 2017.