Marcos Rosa, el joven de 26 años que recayó por segunda vez de la leucemia y que puso en marcha una campaña en las redes sociales para captar donantes de médula ósea, ha encontrado un donante compatible y tendrá la posibilidad de dejar atrás una enfermedad que arrastra desde hace nueve años.
No hay fecha fijada para su trasplante pero los médicos estiman que será a finales de febrero. Su salvador es joven y nacido en Alemania.
Marcos se levantó a primera hora de la mañana de este martes para poner rumbo a su primera cita con el servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Virgen del Rocío. Acompañado por sus padres y sus dos hermanos, Marcos no paraba de recibir felicitaciones por su 27 cumpleaños. “Nada más entrar en la consulta me dijeron lo que más he deseado en toda mi vida: tener un donante compatible. Es el mejor regalo que me han dado por mi cumpleaños”, ha explicado a Viva Huelva. La donación de médula ósea será “de una persona joven y de Alemania. Es lo único que me han dicho los médicos”, pero “sé que me va a ayudar a tirar para adelante”.
Sin embargo, pese a ser el día más feliz de los 27 años de Marcos, este joven onubense mantiene los pies en el suelo. “He ganado una batalla importante, seguramente una de las más importantes, pero hay que ir partido a partido. Voy a por todas y seguiré luchando”, confiesa a este diario.
La fecha del trasplante no está aún fijada pero está prevista para dentro de un mes, a finales de febrero. De momento, Marcos tiene la próxima cita en Sevilla el martes 6 de febrero y le realizarán diversas pruebas. Entre los días 10 y 12 de febrero ingresará en el hospital Virgen del Rocío para preparar su cuerpo para el trasplante. Estará cinco días con quimioterapia y otros tres con radioterapia. Una vez pasado este “bendito preoperatorio”, Marcos entrará en quirófano y será trasplantado.
Luego su cuerpo tendrá que aceptarlo y eso será otra batalla. Pero este martes ha sido un día “inolvidable”, más si cabe cuando los resultados de sus últimas pruebas dicen que tiene “un 0,003% de leucemia”, por lo que Marcos asegura sentirse “fuerte” y dispuesto a “celebrarlo con todos los que me han ayudado a pelear” durante más de nueve años de un calvario que pronto puede llegar a su fin.