Comienza la séptima preliminar del concurso donde esperábamos disfrutar de tres murgas y dos comparsas. Y por supuesto con una “miradita“ en el Falla, puesto que una de las agrupaciones más esperadas de cada año en nuestro carnaval como es la comparsa de Alhaurín el Grande nos representará en el templo gaditano. ¡Suerte chicos! Y disfrútenlo.
Y se abre el telón para la primera de las murgas: Nos vemos en la final. (Córdoba). Con un disfraz totalmente en color plomo representan a los típicos trofeos que se pasan toda la vida en una vitrina. En ellos se pueden reconocer, entre otras actividades boxeo, esgrima, pesca, danza, culturismo, etc. Pasodobles discretos, al igual que los cuplés y su estribillo. Popurrí simpático, en el que nos cuenta que representan cada uno. Se despiden al compás de pasodoble, con una letra a Málaga que el respetable agradece con aplausos.
La segunda agrupación es la murga de la capital Mi madre es una santa pero yo… Este grupo, con música, letra y dirección de los hermanos León viene con la intención de al menos gustar tanto o más que el año pasado en el que estuvieron con aquellos Pintando al fresco. Representan, como su nombre indica, a chicos problemáticos. Buena presentación donde nos describen el personaje. Pasodoble muy aplaudido en el que nos desvelan el porqué un año más vuelven a estas tablas, piropeando a Málaga. El segundo, al recientemente fallecido Chiquito de la Calzada donde muestran su desacuerdo de no haberle reconocido en vida la medalla de Andalucía: “Todo el mundo lo quería/aunque con una espinita él se nos marchó/Ahora que se ha muerto/es cuando le van hacer/las cosas que antes no han hecho/ahora todos quieren quedar bien/La llave de su ciudad, la llave de Málaga la tiene/aunque una le faltó, esa nunca se le dio y ahora arrepentidos vienen/No quieren sentirse mal y lo quieren arreglar/pero ahora es tarde ya/la llave de Andalucía que no le dieron en vida/ahora se la quieren dar. Musicalmente el pasodoble tiene destellos muy armonizados, precioso. Cuplés muy simpáticos, al cartel, y al “fiasco” de cuarteto Los siervos del Alba. Muy aplaudido. Ponen fin a su actuación con un buen popurrí en el desarrollan las diferentes anécdotas de su vida cotidiana. Muy completo, dinámico y con mucho humor.
Posteriormente, y desde La Línea de la Concepción, (Cádiz), nos llega la comparsa La oscuridad, una agrupación que se presenta por primera vez en nuestro concurso. Presentación afinada en la que nos define el tipo. Con luz tenue durante todo el repertorio pretenden representar a una sombra. Pasodobles bien ejecutados, al maltrato de familia en el primero y, a los sentimientos de un padre a su hija y posteriormente a los nietos, en el segundo. Serie de cuplés simpáticos. Finiquitan con un popurrí donde nos narran “Quiero ser de carne y hueso”, reclamando entre sus coplas que seamos felices y disfrutemos de la vida y del carnaval. Discreta actuación que despiden con aplausos.
La siguiente agrupación de la noche viene de Tarifa (Cádiz). La murga Los capitanes Jack Sparrow y la maldiciendo de la ortiga negra. Simpática presentación en la cual nos corroboran el personaje. Perfectamente caracterizados con el mítico capitán que atravesó el mar negro. Buena pluma en sus pasodobles, a Málaga donde conjugan versos hermosos para la capital, y a la pequeña Lucía en el segundo. Poco a poco se van soltando e interactuando con el público. Cuplés graciosos y buen estribillo: “Yo soy el mayor pirata a día de hoy/sin contar a Rajoy”.
Inician el popurrí con la música de la presentación de la comparsa gaditana Caleta, divertido popurrí con músicas muy conocidas como las de Despacito, Bob Esponja, “Es la hora es la hora”, La yenka, etc.; extrovertido en sus letras y un poco de culpa también tiene el “gordito” que casi se queda sin ropa durante el repertorio. Consiguen las risas del respetable.
Fin de fiesta para la comparsa almeriense que tanto gustara el año pasado con aquellos canallas y que repiten presencia con el nombre La esclavitud. Esclavos de coplas, prisioneros del carnaval, vuelven con un disfraz muy colorido donde predominan la tela de saco en sus chaquetas y sombreros, cubiertos de serpentinas por todo el cuerpo. Buena presentación, con fuerza y bien cantada que conecta rápidamente con el público. Corte clásico en sus pasodobles, con coplas Andalucía y a la violencia de género respectivamente. Cómica tanda de cuplés que engarzan con buen estribillo. Bonita melodía en el popurrí muy bien interpretado. El público reconoce el esfuerzo con una calidad ovación.
