El pasado mes de diciembre José María Jiménez anunciaba su dimisión como hermano mayor de Nueva Esperanza por motivos de salud. Tras un adelanto de elecciones, salió elegido a finales de enero David Vidal, que ostentaba el cargo de tesorero en la junta de gobierno saliente. Un nuevo Martes Santo se avecina con reseñables novedades estéticas en el cortejo como es la renovación de los equipos nazarenos, acordes también con la dureza del recorrido de la cofradía.
-¿Entraba en sus planes próximos hacerse cargo de la cofradía?
–No. Siempre he trabajado en cualquier puesto pero nunca me imaginé que iba a ser hermano mayor. Se presento así, hablé con la permanente y la junta de gobierno y me dijeron que “pa’lante”. Y eso hice.
-La jura de cargos ha sido muy próxima a la Cuaresma, ¿hay tiempo de reacción?
–Sin duda. El equipo con el que cuento somos son los que estamos de primera ahora en la hermandad y la conocemos perfectamente. Sabíamos perfectamente que podíamos. Este año además se estrenarán las túnicas de ambas secciones, así que más follón todavía.
-¿Por qué han cambiado las túnicas?
–Toda mi vida he sido nazareno, nunca he sido portador por problemas de espalda. Yo era consciente del gran trabajo que había que hacer para arreglar el cortejo y debíamos darle una vuelta para mejorar la presencia. Es una tela muy fina por el calor y el horario, más fresca. Se ha alargado el capirote hasta casi todo el pecho. Llamará mucho la atención el color porque va a ser exactamente igual que el color del nuevo manto de la Virgen que también lo estrena pero que de momento saldrá liso.
-En su primera carta a los hermanos habla de un equipo “repleto de juventud y fuerza”¿Hacia dónde caminan?
- Queremos hacer la hermandad aun más grande. Que vean que la juventud es capaz de hacer lo que hemos hecho y más todavía. Queremos que vean que la juventud no implica tener desconocimiento.
- Su cargo anterior era de tesorero, ¿cuáles son las principales inversiones previstas?
–Actualmente las túnicas. Nuestro propósito es hacer la cuadrilla de ciriales tanto para el Cristo como para la Virgen. También Antonio Rodríguez hizo la entrega del proyecto del trono, sin bordados, corona incluida. Nuestra idea es que el cabildo apruebe el diseño y luego ya pedir presupuesto. También están en mente los faroles del trono del Señor.
-Como jefe procesión, ¿perfilaría alguna aspecto?¿Está contento con el itinerario?
–En principio no perfilaría nada. Tenemos un recorrido muy largo y con los cambios que hemos hecho se ha ganado bastante. Son muchas horas pero está bas
tante bonito.
- ¿Qué han aportado los ensayos de los tronos al cortejo?
–Hermandad. Hacemos hermandad. Se potencia la unión de los portadores con los capataces y mayordomos y hace que nos conozcamos. Nosotros también hacemos reuniones de nazarenos y eso implica más unión.
-El director espiritual de la cofradía, Manuel Ángel Santiago, es el nuevo delegado de Hermandades y Cofradías. ¿Cómo valoran este nombramiento?
–Estamos encantados. Manuel Ángel es excepcional y siempre se muestra muy comprometido con la hermandad. Cualquier duda que tengo voy a él y siempre está disponible. Él es muy estricto en sus
decisiones y hay que saber escucharlo. Yo creo que aportará bastante a madurez al mundo de las cofradías y hermandades.
-A final de año ponían en marcha el taller de bordados. ¿Cómo está funcionando?
–Va bastante bien. Nos ha sorprendido gratamente la participación. Hay muchas personas mayores y hermanos. Ahora trabajan en un dosel de culto como prácticas. Después se hará el diseño de una saya que también harán ellos.
-¿Cómo es la relación con el barrio?
–Excepcional. El día de de la jura de cargos estuvieron presentes las instituciones del barrio a las que estamos vinculadas, como fue el colegio de Gamarra, que es donde se bendijo la Virgen. Tenemos muy buenas relaciones con ellas.
