En caso de que se cumplan las previsiones que sitúan el alcance del contagio al 25% de la población, en los últimos meses del año se produciría una demanda extra de casi 1.000 peones, 500 administrativos, 700 camareros, 400 dependientes u 800 inventaristas, señala Randstad.
Ante esta situación, recomienda a las empresas la adopción de medidas para evitar en lo posible los contagios, la adquisición de nuevos equipos de protección individual como mascarillas, pañuelos desechables, dosificadores con productos desinfectantes, etc.
Además, debe contar entre sus previsiones con las posibles sustituciones y conceder bajas incentivadas de una semana a las personas que dentro de la empresa hayan estado en contacto con un trabajador que haya resultado contagiado.
También recomienda incentivar el uso de las nuevas tecnologías para evitar los encuentros cara a cara entre los trabajadores.