La iglesia Mayor parroquial se ha llenado de fieles en el primer gran acto que reúne a todos los cofrades en Cuaresma, como es el Vía Crucis de las Hermandades y Cofradías de San Fernando, que no se celebra el Miércoles de Ceniza o el primer viernes de Cuaresma por la celebración del Carnaval. Se hace pues inmediatamente a la finalización de la fiesta popular y este año lo ha hecho en el interior del templo. No ha sido por amenaza de lluvia, sino por estar la imagen de Jesús Nazareno en la misma iglesia Mayor donde se celebraba el Vía Crucis.
Ya en 2014 este medio publicó que el Vía Crucis con Jesús de los Afligidos iba a marcar un antes y un después respecto a lo que era el Vía Crucis oficial por las calles isleñas, ya que fue la primera vez que éste se rezó en el interior del templo, contando con los traslados de la imagen hasta el mismo y regreso a su parroquial. Así ha sucedido en los últimos años y este año, al tratarse de una hermandad con sede en la misma iglesia, el traslado ha sido sólo del altar del Nazareno hasta el altar mayor del templo.
La capilla musical, después de más de cuatro años en los que ha estado la Coral de la Puente, la capilla musical ha estado a cargo del Coro San Juan de la Cruz, en una ceremonia a la que han asistido el arcipreste de San Fernando, el Padre Gonzalo Núñez del Castillo; la alcaldesa, Patricia Cavada Montañés, acompañada de varios miembros de su grupo municipal; el primer teniente de Alcaldía, Francisco J. Romero Herrero; José Loaiza García, acompañado por miembros del grupo municipal y la portavoz de Ciudadanos.
El arcipreste abrió el acto, cuyas estaciones han sido rezadas por las distintas hermandades, comenzando por la hermandad de Nuestra Señora del Rocío y terminando con la que presidía el Vía Crucis, la hermandad del Nazareno, comentando las distintas estaciones el hermano José Fernández Mora.
La Cruz de Guía de la hermandad del Nazareno ha recorrido las naves laterales del templo, portada por las distintas hermandades, en el rezo de las 14 estaciones.
Como hecho a destacar ha estado la decisión del Consejo de Hermandades y Cofradías de no apagar la iluminación del templo, con el buen criterio de que la seriedad no sólo la da la oscuridad.
