En escombros amontonados y bajo la pertinaz lluvia que ha acompañado estos días en su derribo, se pone punto y final a un hotel que ha sido la referencia turística de El Puerto durante décadas pasadas. Dice adiós a 56 años de historia tras su inauguración el 7 de abril de 1962. El Hotel Caballo Blanco pasa ahora a ser un solar tras año de abandono, de saqueos y de vandalismo continuado.
Se da el primer paso para adecentar y poner en valor la zona, porque su demolición va a permitir la recuperación de este emblemático enclave que estaba siendo objeto de saqueo y actos vandálicosSu degradación ha ido empañando un lugar elegido y convertido como todo un referente turísticamente tanto para la zona como para la ciudad portuense.
Con una remodelación que nunca llegó, con medias verdades y con maniobras poco claras, en 2007 cerraba sus puertas. 23 trabajadores, con más esperanzas que proyectos serios, iban a la calle y con ellos se empezaban a dar los pasos para su declive continuado que lo ha llevado hasta once años después a tener como inquilina a una excavadora para tirar proyectos, historias y una oferta turística de primer nivel.
Valdelagrana sirvió, entonces, de abanderado para un turismo floreciente que nacía de la mano de épocas esplendorosas y que valió para que el barrio tomara por entero la predominancia que continúa décadas después.
Con su derribo y con el debate abierto de la necesidad de aumentar el número de plazas hoteleras y a ser posible ante su ausencia a pie de playa, con su ausencia, los terrenos pasarán a hora a la espera de intenciones futuras para adecentar y dar sentido a una finca con un encanto dado su ubicación y su espacio.
Según el concejal de Urbanismo, Ángel Quintana, “se da el primer paso para adecentar y poner en valor la zona, porque su demolición va a permitir la recuperación de este emblemático enclave que estaba siendo objeto de saqueo y actos vandálicos”.
Es por ello que ahora sin esta bienvenida a Valdelagrana, el Caballo Blanco queda en el recuerdo y como legado deseado un aprovechamiento para su uso y disfrute.