La investigación policial se inició después de que la banda robara los 76 motores de barco, que llegaron desde Japón en contenedores al Puerto de Barcelona y que iban a ser cargados en un camión hacia Madrid, donde sus propietarios los iban a distribuir por toda España.
Los ladrones se hicieron con los motores y los escondieron en una nave industrial en Barberà del Vallès (Barcelona).
El 27 de julio, dos de los miembros de la banda viajaron hacia Caspe en una autocaravana con parte de los motores sustraídos.