En Seúl las dos Coreas mantuvieron ayer su primer diálogo de alto nivel en casi dos años protagonizado por el ministro surcoreano de Unificación, Hyun In-taek, y el jefe de la delegación norcoreana, Kim Yang-gon, quien manifestó la “imperativa necesidad de mejorar las relaciones entre el Norte y el Sur”, según la agencia Yonhap.
Ayer los enviados norcoreanos volvieron a encontrarse con el ministro Hyun In-taek en una cena, de acuerdo con la agencia surcoreana.
Esa cena prolongará la estancia en Seúl de la delegación, cuyo vuelo tenía en principio su salida para hoy a las 2.00 hora local (5.00 GMT).
La visita de la delegación norcoreana a Seúl estaba prevista en principio para dos días, con el objetivo de que sus seis miembros rindiesen homenaje y ofreciesen una corona de flores al fallecido ex presidente Kim Dae-jung, símbolo de la reconciliación entre las dos Coreas.
Aunque el viaje de esa delegación a Seúl ya despertó especulaciones sobre el posible acercamiento de las dos Coreas, el retraso en su viaje a Pyongyang es considerado como un signo de la voluntad del régimen comunista de mejorar su relación con Seúl, muy tensa durante los últimos meses.
Durante la hora y media de reunión del ministro surcoreano y el representante norcoreano, este último solicitó un encuentro de su delegación con el presidente de Corea del Sur, el conservador Lee Myung-bak, informaron fuentes del Gobierno de Seúl.
Esa solicitud ha motivado las especulaciones sobre la posibilidad de que el jefe de la delegación y secretario del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Kim Ki-nam, pueda trasladar un mensaje del líder estalinista norcoreano, Kim Jong-il. Desde que Lee Myung-bak llegó a la Presidencia de Corea del Sur en febrero del año pasado, su Gobierno se ha caracterizado por una línea dura hacia Corea del Norte.