El responsable de la Comisión de Quejas Electorales (ECC), organismo independiente de la Comisión Electoral afgana y que cuenta con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas, Grant Kippen, aseguró que 35 de esas reclamaciones han sido clasificadas como de alta prioridad, categoría que se otorga a las irregularidades susceptibles de alterar los resultados electorales.
En una rueda de prensa, Kippen precisó que esas denuncias están relacionadas con la alteración de las urnas o la intimidación a los votantes, entre otros casos.
El anuncio de la ECC coincide con unas declaraciones del principal candidato opositor, el ex ministro de Exteriores afgano Abdulá Abdulá, en las que acusa al equipo de su máximo rival, el actual presidente, Hamid Karzai, de haber incurrido en fraude.
Una fuente de la oficina de campaña de Abdulá dijo a Efe, que el candidato aseguró ayer a la prensa que dispone de pruebas que demuestran que el equipo de Karzai cometió fraude electoral durante los comicios.
El pasado viernes, los equipos de campaña de los dos principales contendientes a la Presidencia afgana, Karzai y Abdulá, aseguraron haber obtenido la victoria en las elecciones, aunque la Comisión Electoral rechazó esas estimaciones.
El secretario de la Comisión Electoral Afgana, Daoud Ali Najafi, dijo ayer que mañana martes el organismo electoral podrá dar a conocer el 30% del escrutinio, que comenzó el mismo día de las elecciones y durará varias semanas.
El sábado la CE informó de que 11 de sus miembros murieron en ataques de los talibanes, en una jornada en la que se registraron más de un centenar de actos similares en todo el país.
“Hemos sabido que once trabajadores de la CE (...) murieron por ataques brutales de atacantes desconocidos en un intento deliberado de los enemigos de la paz”, término con el que el Gobierno alude a los insurgentes, informó anteayer la Comisión en un comunicado.
Además, los talibanes cortaron los dedos a dos votantes en Kandahar, uno sus feudos.