Ellos han visto a los hijos y a las viudas de policías nacionales asesinados, se han comido “los sapos, porque la política que tenemos es así, no reconoce a los suyos. Y no se lo vamos a permitir, por lo menos mientras yo esté aquí. No le podemos permitir a la clase política que nos toree como nos está toreando. Iremos con muletas, iremos arrastrando, pero vamos a ser la base más sólida que va a tener una asociación de policías en todo el mundo”.
Por eso el presidente nacional de la Asociación de Jubilados de la Policía Nacional de España, Rafael María López Heredia, se pregunta si la Memoria Histórica sólo existe para la Guerra Civil y no existe la memoria reciente de los policías españoles. ¿Hay que borrar de un plumazo lo que hemos sufrido en el País Vasco cuando mataban a un policía a diario? Pues gracias a nosotros eso se va a recordar siempre porque yo he visto muchas muertes, como muchos de los que estamos aquí que hemos estado en la Catorce”.
Veinte policías fueron suficientes para comenzar una aventura a la que se van sumando todos los que están en la misma situación y los que van llegando a esa etapa de la vida en la que ya sólo queda el voto y las razones que esgrimen, únicas armas de los pensionistas.
Y la unidad, por supuesto, de ahí que la Asociación de Jubilados de la Policía Nacional de España se encuentre en pleno proceso de expansión y que ahora se haya establecido, con sede y cuerpo, en la Comisaría de la Policía Nacional de San Fernando.
No son un sindicato de jubilados ni un ente político, lo que no impide que como jubilados pidan sus derechos laborales, los que les corresponde y no les han dado y manden un mensaje a los políticos que son los encargados de aportar soluciones.
Si la unión hace la fuerza, esa fuerza que se encuentra en plena etapa de crecimiento y que “ha superado nuestras previsiones, al menos las mías”, será la que intente obligar a los políticos a hacer justicia.
“La clase política de este país le da prestaciones al que no cotiza y se la quita al que ha estado toda la vida trabajando. Tenemos un Ministerio de Igualdad que sólo tiene de igualdad el nombre, como otras tantas cosas que hacen los políticos de hoy. La indignación que pueden llegar a tener personas como nosotros es tan grande que en vez cometer una locura, hemos tenido la capacidad de unirnos en una asociación para poderle decir en la cara a esa gente que con nosotros no se juega”, dijo el presidente nacional de la asociación, Rafael María López Heredia.
“Nosotros hemos estado con todos los Gobiernos habidos y por haber y con ninguno hemos tenido problemas. Hemos cumplido nuestro servicio desde el primer día hasta el último. Pero cuando te jubilas la escala desaparece y llegas a una comisaría y no te conoce nadie, eres un fantasma dentro del Cuerpo”, dice López, comenzando a dejar claro que cuando se jubilan no dejan de ser policías, porque el que lo ha sido toda su vida laboral lo va a seguir siendo hasta los restos.
Toda la vida policías
“Nosotros hicimos la mili y juramos ante la bandera defender a España y cuando nos hicimos policías juramos defender la Constitución y las leyes, pero ellos (los políticos) nos pagan siempre con miseria y no se lo vamos a consentir porque nuestra fuerza está en nuestra jubilación. Nosotros tenemos un carnet de jubilados con el cual les podemos decir a estos políticos lo golfos que son, si lo son y lo bueno que son, si lo son. No tenemos por qué tenerles miedo”.
Los policías jubilados pagan un 30 por ciento de copago farmacéutico “y no tenemos por qué pagar más que nadie porque somos ciudadanos como otro cualquiera”. Eso en el caso de los policías “que todavía estamos en pie”. Pero en el caso de una viuda, con la mitad del salario, que también pague el 30 por ciento, “lo cuentas en cualquier país europeo civilizado y se echa las manos a la cabeza”.
Si hay que ir a Estrasburgo “tendremos que ir a Estrasburgo. Llevamos un año de vida y somos ya muchísimos. La fuerza nuestra es tan grande que si vamos por el camino que hemos marcado, seguramente lo vemos a conseguir aunque hay gente que todavía no creen en esto porque están más muertos que vivos. Un policía nacional que no esté en nuestra asociación, ese hombre es que está muerto. Aquí hay que luchar hasta que nos muramos”, dice López Heredia.
Y no sólo por los que están en la asociación sino también por las viudas e incluso por los que no están en la asociación. “Nosotros no podemos dejar a nuestros policías abandonados ni a las viudas tiradas en la calle. En la última asamblea general propusimos tener un delegado de asuntos sociales todas las provincias de España. ¿Por qué? Porque Asuntos Sociales no se preocupa de decirle a una viuda cuánto le corresponde cuando el marido fallece. Que no es mucho dinero, pero es suyo”.
Eso es lo que se está haciendo en esta asociación, dice el presidente nacional recordando que antes de nacer la asociación “no éramos nada; hoy somos algo”.
Ya tiene peso
Muestra de ellos es que ya se les reconoce en las comisarías y en la presentación de la sede en San Fernando estaban un representante de la Comisaría Provincial, Rafael Borques y el propio comisario de San Fernando, Luis Rodríguez Rodríguez, quien ha apoyado a la entidad gestionando el local. Quizá porque como a él mismo dijo, le falta muy poco para estar de facto en el lado de los jubilados.
“Tenemos a muchos jefes con nosotros, inspectores y comisarios, porque tienen visión de futuro y saben que somos necesarios. Si no luchamos nosotros por nuestras cosas, nadie va a venir de la calle. Aquí cualquier mindundi sale a la calle, pega dos golpes y le ponen en la mano un dinero para que se organice. A nosotros nos cuesta cinco euros todos los meses mantener esta estructura para poder decirle al ministro de Hacienda, al ministro del Interior y al que haga falta qué somos nosotros, que la mayoría estamos enfermos crónicos”, debido al ejercicio de los distintos cometidos.
El presidente nacional espera que todo el mundo trasmita el mensaje de la asociación, quiénes son y para qué se han unido. “El que está aquí es porque tiene dos pantalones para ir a cualquier sitio y preguntar por qué se tiene que comprar unas muletas cuando a su vecino se las regalan; por qué me tengo que comprar unas medias cuando en la Seguridad Social las dan; por qué tengo que pagar 200 euros todos los meses de IRPF. ¿Es que yo soy más tonto que los demás?”
Eso se evita estando unidos, dijo López Heredia. “Ahora somos mil y pico, pero espero que este año superemos los tres mil y dentro de cuatro o cinco años superemos los diez mil. Y mientras más fuerte seamos más miedo nos tendrán”. Incluso a la hora de votar, señalaba, hacerlo por el que sea receptivo con sus peticiones.
El poder del voto
“Si algún partido político nos ofreciera llevar al Parlamento una subida en condiciones -no como la que nos han dado ahora, que cobramos menos- y por escrito, nosotros procuraremos no sólo que lo voten los policías jubilados, sino todos los jubilados de España porque las redes sociales tienen un potencial enorme para poder cambiar el signo de uno y otro”. Claramente.
Era el final del acto protocolario en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en San Fernando, pero antes tuvieron lugar las presentaciones y las intervenciones, comenzando por el delegado provincial de la asociación en Cádiz, Nicolás Martín Macías, quien recordó que comenzó solo cuando le hicieron el encargo de crear una delegación. Obviamente, ya está solo e incluso tienen sede además muchos compañeros.
Una sede que “no es para jugar a las cartas, sino para hablar de nuestras cosas, de nuestras inquietudes, para informar a los afiliados a qué tenemos derecho y lo que no tenemos y saber por dónde vamos”.
Y también el delegado de protocolo, José Castro Díaz, recordó el camino que tiene que seguir la asociación. “Tenemos que reivindicar que nosotros somos la Policía de la Transición de España, los que hemos vestido el uniforme en gris, en marrón y en azul; los que hemos dejado por las carreteras o por los pueblos de esta España cerca de 400 muertos; los que somos y seremos policías hasta que Dios nos quiera llamar a las atalayas celestiales”.
Por si quedaba alguna duda. Que no quedaba.
La Asociación de Jubilados de la Policía Nacional tiene una vertiente reivindicativa y una vertiente social. En la primera se encuentra, entre otras muchas, la reivindicación de no pagar el 30 por ciento de las medicinas y en la social ya están encontrando receptividad en empresas privadas para prestarles servicios en mejores condiciones que las que podrían tener actualmente. “Se van dando cuenta de que somos un colectivo bastante grande y comienzan a contar con nosotros”.
El comisario Rafael Borqués felicitó a los asociados porque han llegado a la edad de jubilación, que no es poco y se mostró “encantado de encontrarme con una asociación como la vuestra” cuando también se jubile. “La unión hace la fuerza y cuando te jubilas y te encuentras solo, vas perdiendo los valores que has tenido en tu vida, que eras policía, que tienes unos compañeros”. Tener una asociación, mantener el compañerismo, tener los mismos objetivos… es estar en una asociación de policías y “cuando me muera habré sido policía toda mi vida, no dejé de serlo cuando me jubilé”, dijo Borques, quien además ofreció el apoyo de los que están en activo en aquellas gestiones que se puedan hacer desde las comisarías. “Creo que estamos todos concienciados de que el futuro que nos corresponde es el que estáis viviendo vosotros ahora mismo”.
El comisario de San Fernando, Luis Rodríguez, dijo que una vez conseguido el permiso de las instancias superiores sólo había que buscar un local que no interfiera en la labor habitual de la comisaría y permitiera una independencia para hablar, realizar gestiones y demás. Ambos comisarios recibieron un recuerdo de parte de la entidad por su pesencia y su colaboración.
